Chainlink y UBS han probado una conexión que lleva los fondos tokenizados a los mensajes Swift, enfocada en automatizar suscripciones y reembolsos en la industria de fondos. El ensayo apunta a una reducción de pasos manuales manteniendo la infraestructura ISO 20022 existente, lo que facilita la adopción sin reemplazar sistemas. Custodios y bancos podrían reducir fricción al operar activos institucionales en un mercado que mueve 100 trillones de dólares.
La solución usa CCIP y el Runtime Environment de Chainlink (CRE) para unir bancos y blockchains. Swift entrega mensajes ISO 20022 desde los bancos, y CRE los traduce en órdenes on chain que emiten o destruyen tokens de fondos, conectando la mensajería financiera con la ejecución en contratos inteligentes.
El diseño verifica cumplimiento, reconcilia posiciones y liquida operaciones sin intervención humana. La Red de Oráculos Descentralizada de Chainlink firma los datos en cada paso, CCIP transporta datos y valor entre cadenas, y CRE ejecuta lógica off chain antes de llamar al contrato. ISO 20022 define el formato de mensajes entre instituciones financieras, asegurando interoperabilidad en la capa de mensajería.
¿Cuáles son los resultados de la prueba?
La prueba indica menos costos al automatizar suscripciones y reembolsos. CCIP vincula Swift con varias blockchains, y los mensajes se transforman en instrucciones on chain que permiten liquidación atómica, donde token y pago cambian de mano en la misma transacción, reduciendo riesgo de contraparte y brechas de liquidez.
CRE se presenta como capa que cumple reglas regulatorias sin que el banco reescriba su sistema. Aun así, persisten riesgos: la adopción requiere pilotos, aprobación regulatoria y mantener seguridad a escala, y el traslado desde procesos heredados a flujos tokenizados exige pruebas e integración prolongada.
La prueba llega mientras la industria migra a ISO 20022, ofreciendo un caso que, según el comunicado, aceleraría la entrada de fondos tokenizados en plataformas tradicionales. El hito cercano es la adopción general de ISO 20022 en 2025, que servirá para medir si esta conexión se expande y se integra de forma sostenida en la infraestructura financiera.
