La Property Act recibió el Royal Assent en Reino Unido, clasificando formalmente las criptomonedas, las monedas estables y los tokens no fungibles (NFTs) como una categoría distinta de propiedad personal.
La Ley de Reino Unido crea una “tercera categoría” estatutaria de propiedad personal diseñada para los activos digitales que no encajan claramente en las categorías legales tradicionales. La ley de propiedad inglesa históricamente dividió la propiedad personal en «bienes en posesión» y «bienes en acción»: los primeros son objetos tangibles que uno puede sostener físicamente; los segundos son derechos intangibles exigibles mediante acciones legales.
La nueva categoría acomoda expresamente activos que combinan transferibilidad, escasez y control criptográfico. El estatuto sigue una recomendación de 2024 de la Law Commission of England and Wales que pedía una clasificación clara para reducir litigios e incertidumbre legal.
Efectos prácticos, límites e implicaciones de mercado
Para individuos e instituciones la Ley aclara varios resultados: los activos digitales pueden ser poseídos, incluidos en testamentos y tratados como activos en procesos de divorcio e insolvencia; las reclamaciones de titularidad y los remedios de recuperación obtienen una base estatutaria más firme. Grupos de la industria como Bitcoin Policy UK y CryptoUK describieron el cambio como un “enorme paso adelante”, señalando la mayor certeza legal que esto crea para inversores y proveedores de servicios.
Sin embargo, la ley no elimina los desafíos técnicos o de ejecución: la naturaleza seudónima y transfronteriza de las blockchains seguirá complicando el rastreo y la congelación de activos trasladados ilícitamente, y la recuperación operativa a menudo requiere coordinación entre plataformas y jurisdicciones.
Al eliminar un obstáculo legal clave, la Ley reduce una barrera para el uso institucional y puede facilitar la tokenización de activos del mundo real y un tratamiento más claro de las tenencias digitales en reestructuraciones corporativas. Los tribunales ahora aplicarán definiciones estatutarias al resolver disputas que antes dependían de precedentes fragmentados.
El movimiento del Reino Unido también se alinea con una tendencia internacional más amplia hacia el reconocimiento formal de los activos digitales como propiedad, que varias jurisdicciones han adoptado o debatido recientemente, reforzando una convergencia en el tratamiento legal de los criptoactivos.
La Property (Digital Assets etc) Act reemplaza el mosaico judicial por claridad estatutaria, dando a los titulares rutas más claras para afirmar la titularidad y perseguir remedios.
