BlackRock nombró a su iShares Bitcoin Trust (IBIT) como una de las 3 herramientas de inversión más elegidas durante 2025, posicionando al ETF de Bitcoin junto a los bonos del Tesoro a corto plazo y a un ETF de renta variable estadounidense concentrado. La decisión subraya la convicción de BlackRock respecto al ETF de Bitcoin como componente de cartera pese a la continua incertidumbre sobre el precio y el reciente desempeño negativo.
BlackRock agrupó a IBIT con el iShares 0–3 Month Treasury Bond ETF (SGOV) y el iShares Top 20 U.S. Stocks ETF (TOPT) como las 3 herramientas más elegidas para invertir de la firma durante 2025. IBIT alcanzó rápidamente prominencia institucional: se convirtió en el ETF más rápido en llegar a $70 billion en activos bajo gestión y atrajo más de $25 billion en entradas en 2025, situándose sexto entre los ETFs por inversiones nuevas.
AUM, o activos bajo gestión, es el valor de mercado total de los activos que un vehículo de inversión administra en nombre de los inversores. SGOV sirve como ancla de preservación de capital con liquidez y bajo riesgo, mientras que TOPT suministra crecimiento de renta variable concentrado de grandes empresas estadounidenses.
BlackRock enmarca explícitamente el trío como una construcción gestionada por riesgo que mitiga la volatilidad inherente de Bitcoin. La estrategia se basa en la menor correlación de Bitcoin con los activos tradicionales para crear un posible alisado de cartera cuando IBIT se asigna junto a SGOV y TOPT.
Diversificación y gestión del riesgo mediante la combinación
En esta configuración, los bonos del Tesoro a corto plazo proporcionan un amortiguador defensivo y liquidez, y las acciones estadounidenses de gran capitalización ofrecen un motor de crecimiento convencional, limitando el impacto de oscilaciones extremas en el ETF de Bitcoin sobre la cartera global.
El anuncio conlleva tres implicaciones prácticas. Primero, la designación aumenta la visibilidad de IBIT entre fiduciarios y equipos de producto que evalúan asignaciones temáticas. Segundo, las grandes entradas de capital y la rápida expansión de AUM reflejan una demanda significativa de los inversores que puede afectar la dinámica de liquidez y el comportamiento de negociación del ETF. Tercero, incrustar un activo volátil dentro de una estructura que lo empareja explícitamente con exposiciones en efectivo y en renta variable de gran capitalización aclara una vía para que los equipos de cumplimiento y de riesgo justifiquen una exposición limitada a Bitcoin bajo restricciones de diversificación y mandato.
La elevación del ETF de Bitcoin por parte de BlackRock a un tema entre los tres principales formaliza una apuesta a largo plazo y consciente del riesgo sobre el papel del activo en las carteras institucionales. La medida busca replantear la utilidad de Bitcoin para los inversores al emparejarlo con bonos del Tesoro y acciones consolidadas para gestionar la exposición a la caída.
