El precio de Bitcoin ha logrado un rebote significativo hacia los 92.000 dólares después de un evento de liquidación dramático. Según reportes de Wintermute, los inversores están migrando hacia estrategias neutrales al delta, reduciendo drásticamente su exposición a las altcoins para centrarse en activos más consolidados mientras esperan definiciones de la Reserva Federal.
El mercado experimentó una sacudida violenta que eliminó aproximadamente 2.000 millones de dólares en posiciones apalancadas, provocando una caída de 4.000 dólares en apenas una hora. A pesar de este movimiento descendente que llevó el precio momentáneamente por debajo de los 88.000 dólares, los compradores intervinieron rápidamente en los niveles más bajos, demostrando una resiliencia notable y absorbiendo la presión de venta sin generar un colapso estructural prolongado en las plataformas de intercambio.
Por otro lado, los datos de Glassnode revelan que el RSI de 14 días de Bitcoin subió desde 38.6 hasta 58.2, lo cual sugiere un renovado interés comprador. Asimismo, el volumen al contado aumentó un 13,2%, alcanzando los 11.100 millones de dólares, lo que indica que la demanda sigue activa a pesar de que la convicción general del mercado permanece desigual entre los diferentes instrumentos derivados y métricas dentro de la cadena de bloques.
Actualmente, el entorno macroeconómico juega un papel crucial, ya que los inversores mantienen la cautela ante las próximas decisiones de los bancos centrales sobre las tasas de interés. La economía global se encuentra en un punto de inflexión, y las tasas de base comprimidas sugieren que hay un apetito limitado por el apalancamiento excesivo antes de los anuncios de la Fed y del Banco de Japón previstos para la próxima semana.
¿Podrá Bitcoin superar la resistencia de los 100.000 dólares en este escenario?
Sin embargo, los flujos institucionales han presentado un cambio de tendencia preocupante, pasando de entradas netas a salidas significativas de 707,3 millones de dólares en ETF. Arthur Azizov, fundador de B2 Ventures, señaló que la persistencia de estos retiros debilita el soporte, haciendo que el mercado se vuelva más silencioso y menos capaz de sostener repuntes agresivos de precios en el corto plazo, afectando la confianza de los participantes minoristas.
A pesar de este panorama de salidas de capital, MicroStrategy continúa con su agresiva política de acumulación, habiendo adquirido recientemente 10.624 BTC adicionales. Esta compra, valorada en aproximadamente 962,7 millones de dólares, refuerza la posición de la compañía como tenedor institucional, sumando un total de 660.624 BTC en sus reservas y demostrando una convicción inquebrantable en el activo digital a largo plazo, independientemente de la volatilidad actual.
Además, el interés abierto en futuros ha disminuido a 30.600 millones de dólares, mientras que las tasas de financiación perpetua se han vuelto más favorables para los alcistas. No obstante, la compresión en la base del CME ha impulsado un interés creciente en estrategias de bajo riesgo en activos de menor capitalización, confirmando que los operadores prefieren evitar apuestas direccionales riesgosas en el ecosistema de las criptomonedas alternativas por el momento.
Ignacio Aguirre, CMO de Bitget, advirtió sobre la presión adicional que podría ejercer la política monetaria internacional, especialmente el fortalecimiento del yen. Según el experto, un yen más fuerte aumenta el riesgo de deshacer operaciones, lo que podría pesar temporalmente sobre las valoraciones de las criptomonedas a medida que las posiciones apalancadas se reajustan en los mercados globales, creando vientos en contra para la recuperación inmediata.
Para finalizar, el mercado se enfrenta a una resistencia clave que definirá el cierre del año y el inicio del próximo ciclo. Azizov enfatizó que solo un movimiento contundente por encima de los 100.000 dólares podría cambiar la narrativa bajista, restaurar la confianza perdida y abrir el camino hacia nuevos máximos, de lo contrario, podríamos ver un retroceso más profundo hacia la zona de los 82.000 dólares.
