Puntos clave de la noticia
- Heather Morgan, conocida como «Crocodile of Wall Street,» fue sentenciada a 18 meses de prisión por lavar Bitcoin robados del hackeo a Bitfinex en 2016.
- Su esposo, Ilya Lichtenstein, recibió cinco años de prisión por el robo de 119,754 Bitcoin, ahora valorados en más de $10 mil millones.
- La cooperación con las autoridades ayudó a reducir sus sentencias, aunque se les negó una apelación de «tiempo cumplido.»
Heather Morgan, apodada “Crocodile of Wall Street,” recibió una sentencia de 18 meses de prisión por su participación en el lavado de fondos provenientes del hackeo a Bitfinex en 2016.
En ese entonces, los 119,754 Bitcoin robados valían $71 millones, pero su valor actual supera los $10 mil millones.
My statement 🧞♀️#razzlekhan pic.twitter.com/janr9RD1Q2
— Heather "Razzlekhan" Morgan (@HeatherReyhan) November 18, 2024
Morgan, también conocida como “Razzlekhan,” colaboró con su esposo, Ilya Lichtenstein, en un esquema para ocultar parte de los activos robados, equivalentes al 21% del monto total.
Lichtenstein, condenado a cinco años de prisión, fue señalado como el principal responsable del robo, mientras que Morgan desempeñó un rol secundario en el encubrimiento. La pareja utilizó identidades falsas y múltiples transferencias pequeñas para evitar ser detectados, según los registros judiciales.
En 2022, las autoridades los arrestaron en su apartamento de lujo en Wall Street, logrando recuperar una porción significativa de los Bitcoin. Aunque ambos confesaron sus delitos en 2023, Morgan argumentó haber actuado bajo la influencia de su esposo y mostró remordimiento durante el juicio.
Un caso emblemático de cibercrimen y criptomonedas
La sentencia de Morgan refleja un intento del sistema judicial por disuadir futuros delitos relacionados con criptomonedas.
A pesar de su cooperación con las autoridades, que facilitó otras investigaciones, el juez del caso destacó que sus acciones fueron premeditadas y deliberadas.
Morgan también había solicitado que se considerara como tiempo cumplido el período que pasó detenida antes del juicio, alegando condiciones difíciles como una cirugía reciente y un contagio de COVID-19, pero la petición fue rechazada.
Tras cumplir su condena, Morgan deberá enfrentar 36 meses de libertad supervisada y pagar una multa simbólica de $200. En redes sociales, expresó su disposición para compartir su historia y emprender nuevos proyectos creativos.
Su mensaje de cierre contrasta con el alto impacto del caso, que subraya la sofisticación de los delitos cibernéticos y los retos que las autoridades enfrentan para garantizar la seguridad en el ecosistema financiero digital.
Este caso emblemático no solo pone en evidencia las vulnerabilidades de las plataformas de criptomonedas como Bitfinex, sino que también plantea preguntas sobre cómo proteger y regular este tipo de activos.
La sentencia de Morgan y Lichtenstein sienta un precedente importante, enviando un mensaje claro sobre las consecuencias legales de intentar burlar el sistema financiero global.