Esta semana, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos tomó medidas para responder al menos un punto que los inversores en criptomonedas han estado preguntando: cómo los contribuyentes deben contabilizar los tokens no fungibles (NFT).
Desde la introducción de los NFT en 2021, la definición fiscal de estos activos ha sido turbia, con algunos expertos de la industria especulando que podrían ser categorizados como coleccionables.
Como resultado, estar sujetos a una tasa de impuesto sobre las ganancias de capital más alta que otros activos como acciones, bonos o criptomonedas. Otros han argumentado que no deberían tributar de forma diferente a otros activos.
En un borrador, el Servicio de Impuestos Internos (IRS) de Estados Unidos modificó sus directrices anuales sobre el impuesto sobre la renta eliminando la categoría imponible de la moneda virtual y sustituyéndola por la frase «activos digitales», que incluye específicamente los tokens no fungibles (NFT).
Cualquier representación digital de valor que se registre en un libro de contabilidad distribuido con seguridad criptográfica o cualquier tecnología que sea funcionalmente equivalente se denomina activo digital, dice el IRS.
Los tokens no fungibles (NFT) y las monedas virtuales, como las criptomonedas y las stablecoins, son dos ejemplos de los tipos de activos digitales que pueden poseerse.
Según la información proporcionada en el documento, el Servicio de Impuestos Internos clasificará un artículo físico como un activo digital a efectos fiscales si el activo físico también tiene las características de un activo digital.
Los hechos del formulario fiscal de Hacienda
La afluencia de celebridades que buscaban formas alternativas de monetizar su base de fans hizo que el concepto de NFT se convirtiera en un eslogan de moda.
Desde entonces, grandes firmas como las de ropa deportiva y moda, como Nike y Gucci, así como los fabricantes de automóviles de lujo Lamborghini, Ferrari y Bentley, han debutado en el ámbito de la web3 utilizando NFT.
Según el reciente documento, los inversores en criptomonedas deberán determinar su renta imponible si venden, intercambian, regalan o enajenan de otro modo cualquier activo digital que tuvieran como activo de capital en 2022.
Es posible que las definiciones de criptomonedas se revisen antes de que se publiquen las directrices fiscales definitivas.