El precio de Bitcoin cayó hasta la zona de $85K, exponiendo un camino a corto plazo que podría llevar al mercado significativamente más abajo antes de fin de mes. El movimiento pone en riesgo soportes técnicos inmediatos y ocurre en medio de una demanda débil de ETF y salidas institucionales amplias, creando un entorno sensible a la liquidez para BTC en diciembre.
El mercado enfrenta una serie de umbrales de soporte a corto plazo: $82.4K, $80K y $78K, con el mínimo del 21 de noviembre en $80.6K sirviendo como punto de referencia reciente. Un quiebre decisivo de esos niveles abriría la posibilidad de una caída hacia el rango de $70K–$72K para el cierre de diciembre, un piso que algunos analistas on‑chain han identificado específicamente como un posible downside. Si los mínimos de noviembre no se sostienen, $74.45K se cita como el siguiente objetivo táctico para los traders posicionados para más caídas.
Una imagen técnica en deterioro respalda estos escenarios. Está en marcha una death cross —donde la media móvil de 50 días cruza por debajo de la media móvil de 200 días—; este patrón es una señal técnica común de que el momentum se está debilitando. También está tomando forma una figura de hombro‑cabeza‑hombros, un patrón de gráfico que con frecuencia indica una reversión de una tendencia alcista previa.
Los internos del mercado han sido pobres últimamente: solo la mitad de los días de negociación en las últimas 30 sesiones cerraron al alza, y el sentimiento bajista medido ha aumentado a aproximadamente 36%. El Fear & Greed Index ha estado entre 25 y 29, «Extreme Fear».
Niveles técnicos del precio de Bitcoin y escenarios a la baja
La corrección del precio se intersecta con impulsores macro significativos. Las entradas a los ETF se han debilitado y las salidas se han acelerado, contribuyendo a desplazar el posicionamiento institucional hacia el modo de aversión al riesgo.
Las expectativas de un posible movimiento de tasas del Banco de Japón en su reunión del 18–19 de diciembre aumentan la posibilidad de condiciones de liquidez global más ajustadas, mientras que la reticencia de la Reserva Federal de EE. UU. a recortar tasas mantiene las condiciones financieras comparativamente restrictivas. Los eventos corporativos también importan: una disputa pública entre MicroStrategy y un proveedor global de índices ha añadido incertidumbre idiosincrática para un notable poseedor corporativo de Bitcoin.
La psicología del inversor amplifica los movimientos del mercado. Las lecturas de miedo extremo tienden a precipitar olas de ventas rápidas, que pueden volverse auto‑reforzantes en ventanas de baja liquidez. En ese contexto, un subconjunto de comentaristas contrarios argumenta que una caída a mediados de diciembre hasta aproximadamente $80K–$85K podría preceder una recuperación mayor; otros mantienen objetivos alcistas a varios meses muy por encima de los niveles actuales.
La combinación de deterioro técnico, flujos institucionales débiles y condiciones de liquidez más estrictas convierte a diciembre en un mes de alto riesgo para la acción del precio de Bitcoin, con resultados que van desde una caída contenida hasta una re‑prueba estructural más profunda de soportes previos.
