El precio de Ethereum ingresó en noviembre con presión tras un octubre difícil, pero varios indicadores on-chain e históricos sugieren que el token podría estar preparándose para un rebote. Con los tenedores de largo plazo recortando exposición y las ballenas acumulando de manera silenciosa, el contexto podría favorecer una recuperación si los niveles clave se mantienen.
La reciente acción del precio de Ethereum refleja un mercado dividido entre la cautela y la expectativa. En la última semana, ETH cayó cerca del 3 %, incluso cuando ingresaba algo de optimismo a corto plazo. El mes de octubre cerró con una pérdida de aproximadamente 6,8 %. Sin embargo, es notable que los datos históricos muestran que noviembre ha sido un mes sólido para Ethereum —con ganancias promedio de cerca del 6,9 % en los últimos ocho años e incluso un aumento de casi el 47 % en 2024— lo que sugiere que pese a la debilidad reciente podría haber un viento estacional de cola a favor.
Los indicadores on-chain aportan detalles que matizan el panorama. El índice de acumulación de los tenedores —que mide cuántas direcciones a largo plazo están sumando monedas versus reduciendo su exposición— cayó recientemente a 29,79 %, uno de sus niveles más bajos de las últimas semanas. Esto indica que los grandes poseedores podrían estar deteniendo o recortando posiciones, lo que a menudo anticipa una menor presión vendedora y una base más limpia desde la cual puede iniciar un repunte.
Manos débiles salen mientras acumulación y patrones históricos se alinean para el rebote de ETH
Mientras tanto, carteras que poseen entre 1.000 y 100.000 ETH añadieron alrededor de 1,64 millones de ETH durante octubre, lo que sugiere que las ballenas podrían estar actuando en la dirección opuesta: acumulando con discreción mientras los pequeños inversores salen.
Técnicamente, ETH muestra lo que los analistas califican como una divergencia alcista oculta: el precio marcó mínimos crecientes mientras el RSI marcaba mínimos decrecientes —una señal sutil de que los vendedores están perdiendo fuerza incluso si el precio aún no sube.
El mapa de distribución de coste-base muestra una zona de gran acumulación entre US$ 3.649 y US$ 3.686, lo que proporciona un soporte concreto. Si el precio se mantiene por encima de aproximadamente US$ 3.679 y esa banda de soporte sigue activa, los objetivos cercanos a US$ 3.899 a US$ 4.132 se vuelven factibles. Un rompimiento decidido al alza podría reforzar la tesis del rebote.
No obstante, los riesgos son reales. Si el precio cae por debajo de la zona de US$ 3.650, la narrativa alcista podría desmoronarse y habilitar una corrección más profunda hacia aproximadamente US$ 3.500. Los factores macro (política de tasas de interés, flujos institucionales) y una actividad de red debilitada podrían descarrilar el plan de recuperación. La divergencia y el viento estacional son positivos, pero no garantizan recuperación.
En resumen: Ethereum se encuentra en una zona de batalla activa. La combinación de estacionalidad históricamente favorable, señales de acumulación on-chain y niveles de soporte definidos sugieren que un rebote es posible —pero solo si esos niveles se mantienen y surge un nuevo catalizador.
