Los fondos cotizados en bolsa de Bitcoin y Ethereum registraron sus mayores salidas en ETFs de criptomonedas en más de dos semanas, sumando un retiro conjunto de 582,4 millones de dólares este lunes. Según Farzam Ehsani, CEO de VALR, este movimiento responde a una estrategia institucional de reducción de riesgos ante la volatilidad de las acciones estadounidenses y la incertidumbre monetaria global. Los inversores institucionales parecen estar reajustando sus carteras frente a las condiciones macroeconómicas actuales.
El desglose de los datos revela que los ETFs de Bitcoin al contado sufrieron un retiro neto de 357,6 millones de dólares, marcando el día de mayor redención desde principios de diciembre. Las ventas se distribuyeron principalmente entre los productos de Fidelity, Ark y Bitwise, mientras que el IBIT de BlackRock se mantuvo plano durante la jornada, sin registrar flujos significativos. Esta tendencia negativa resalta la cautela que predomina entre los grandes gestores de activos.
Por otro lado, los ETFs de Ethereum no escaparon a la presión de venta, registrando retiros cercanos a los 225 millones de dólares, la cifra más alta en un solo día desde el inicio del mes. A pesar de que los precios de los criptoactivos se mantuvieron dentro de rangos recientes, los flujos de los fondos reflejan cómo los asignadores de capital están reposicionando sus apuestas. El comportamiento de los flujos sugiere una correlación directa con otros activos de riesgo tradicionales.
Asimismo, el acumulado mensual para Bitcoin muestra un panorama desafiante, con salidas totales que rondan los 705 millones de dólares frente a entradas menores. Esto deja al mercado con una reducción neta significativa, a pesar de haber tenido algunos días con captación de capital positiva durante diciembre. La falta de una demanda sostenida ha caracterizado el comportamiento del mercado en las últimas semanas.
¿Está el mercado cripto atado al destino de las acciones tecnológicas?
Farzam Ehsani señala que Bitcoin está actuando cada vez más como un derivado del Nasdaq en este cuarto trimestre, debilitándose agresivamente cuando el sector tecnológico corrige. Esta dinámica ha provocado que las redenciones de los ETFs sigan el ritmo de la aversión al riesgo en la renta variable, en lugar de responder a tensiones específicas del sector cripto. Las instituciones utilizan estos vehículos como el canal más eficiente para ajustar su exposición rápidamente.
No obstante, el panorama de riesgos se ha vuelto más complejo tras la reciente decisión de la Reserva Federal y las señales de una pausa en el ciclo de flexibilización. La incertidumbre sobre la inflación y la falta de unidad en el comité de política monetaria han endurecido las condiciones financieras, elevando los rendimientos de los bonos del Tesoro. El aumento en los rendimientos de la deuda pública estadounidense presiona a los activos de riesgo.
¿Podrá la base institucional sostener una recuperación gradual de la demanda?
A pesar del nerviosismo actual y la volatilidad a corto plazo, Ehsani mantiene una perspectiva cautelosamente optimista para el futuro de Bitcoin a largo plazo. La economía global sigue experimentando una expansión de liquidez gracias a ciertas condiciones financieras acomodaticias, y la presión de venta de los tenedores a largo plazo parece estar agotándose casi por completo. Los fundamentos institucionales siguen siendo sólidos gracias a las posiciones mantenidas en los ETFs.
Finalmente, se espera que la contracción de liquidez típica de la temporada navideña continúe afectando el mercado en el corto plazo inmediato. Sin embargo, la base establecida por la inversión institucional podría servir como plataforma para una recuperación gradual de la demanda una vez que se disipe la incertidumbre macroeconómica actual. La estabilidad de las tenencias institucionales podría ser clave para salir del estancamiento actual del mercado.
