Greenidge Generation Holdings se ha visto obligada a suspender todas las operaciones en su instalación de Dresden tras un incendio. El incidente, ocurrido el domingo debido a un fallo en el equipo de conmutación eléctrica, detuvo temporalmente la actividad de minería de Bitcoin en el sitio, según informó la empresa a la SEC.
Afortunadamente, el fuego no causó daños a los equipos de cómputo ni a la infraestructura crítica de los rigs alojados. La empresa declaró que espera reanudar las operaciones normales en unas pocas semanas, una vez garantizada la seguridad total de la planta. Esta instalación utiliza gas natural para generar 106 megavatios de energía.
Por otro lado, este evento subraya la vulnerabilidad operativa en un momento donde los márgenes de ganancia son extremadamente reducidos. El «hashprice», indicador vital de rentabilidad, cayó recientemente a niveles preocupantes de 35 PH/s, presionando a las compañías del sector. Sin embargo, la industria debe resistir ante costos operativos que siguen escalando peligrosamente.
Asimismo, el entorno global muestra signos de tensión con la reciente salida de Tether de sus operaciones en Uruguay por costos energéticos. Además, el fabricante líder Bitmain enfrenta investigaciones de seguridad nacional en Estados Unidos, lo cual podría complicar aún más la cadena de suministro de hardware esencial para la prueba de trabajo.
Finalmente, mientras Greenidge trabaja contrarreloj para restaurar su capacidad eléctrica y volver a la red, el sector enfrenta una tormenta perfecta. La combinación de fallos técnicos, presiones regulatorias internacionales y la volatilidad del mercado seguirá desafiando la estabilidad financiera de los grandes mineros industriales en el futuro inmediato.
