JPMorgan permitirá que sus clientes institucionales utilicen Bitcoin (BTC) y Ether (ETH) como garantía para préstamos, en un paso que profundiza la integración de activos digitales en servicios bancarios. La medida, reportada a finales de octubre de 2025, se implementará completamente antes de que termine el año y está dirigida a gestores que necesitan liquidez sin vender sus posiciones, según Bloomberg y otros medios.
La iniciativa vincula la tenencia de criptomonedas con el financiamiento tradicional, modificando cómo los grandes inversores manejan liquidez y riesgo. La nueva opción amplía la política de junio de 2025, cuando JPMorgan ya aceptaba ETFs vinculados a criptomonedas (como IBIT) como garantía.
El banco no custodiará directamente BTC y ETH en su balance; delegará esa función en custodios especializados que verifiquen y resguarden los activos, con prácticas como almacenamiento en frío y billeteras de múltiples firmas.
Para gestionar la volatilidad, JPMorgan aplicará controles de riesgo tradicionales adaptados al entorno cripto: ajustará dinámicamente los ratios préstamo-valor (LTV), monitoreará el mercado en tiempo real y activará llamadas de margen con procedimientos predefinidos.
La importancia de implemente Bitcoin y Ethereum como garantía
LTV es la proporción entre el monto prestado y el valor de la garantía. La decisión responde a la demanda de clientes, a la competencia con prestamistas cripto y a la percepción de un mercado más maduro tras los ETFs spot de Bitcoin, y la oferta será global, reduciendo la necesidad de buscar financiamiento fuera del sistema bancario convencional.
El cambio impulsa la adopción institucional al ofrecer una vía regulada para apalancar criptoactivos, pero también introduce desafíos operativos y de riesgo. Un dato contextual: las declaraciones previas del CEO Jamie Dimon, que calificó a las criptomonedas como “fraud” y “worthless”, contrastan con esta decisión pragmática.
El próximo hito será la activación completa del programa antes de finales de 2025, según Bloomberg. El despliegue y los parámetros específicos de LTV y custodia definirán si la iniciativa alivia los problemas de liquidez institucional o si traslada nuevos riesgos al banco.
