Después de una breve recuperación del 5%, Dogecoin encara un panorama incierto con señales on-chain y técnicas que sugieren debilidad detrás del rebote. Aunque el esfuerzo alcista reciente captó atención, la falta de demanda desde nuevos participantes y la venta de holders a largo plazo podrían empujar al precio hacia su piso más bajo en más de un año. En este artículo analizamos los riesgos que enfrenta DOGE en el corto plazo.
En los últimos días, Dogecoin logró una recuperación modesta de cerca del 5%, intentando recortar pérdidas tras el desplome general del mercado. Pero esta mejora al alza parece más un respiro técnico que el inicio de un nuevo impulso. El dato que llama la atención es la caída en el número de nuevas direcciones que están participando activamente en la red: comparado con la liquidación del evento “Black Friday”, el volumen de direcciones nuevas ha disminuido notablemente, lo cual muestra falta de entrada fresca de compradores.
A su vez, el indicador “liveliness” — que mide la actividad de las monedas que han estado dormidas por largo tiempo — ha estado subiendo. Esto indica que los poseedores de largo plazo están moviendo o vendiendo sus tenencias aprovechando el rebote, una señal de que la presión de venta podría resurgir pronto.
Un rebote que presagia corrección
En cuanto al análisis técnico, DOGE cotiza por debajo de su media móvil exponencial de 20 días, lo que sugiere que los bajistas mantienen control en el corto plazo. No obstante, si los compradores no logran retomar el impulso, el siguiente soporte relevante estaría cerca de los USD 0,167. Si ese nivel se rompe, podría abrirse el camino hacia el mínimo de 13 meses, ubicado alrededor de USD 0,095.
Por otro lado, si el mercado gira y entra más capital, DOGE podría intentar superar la resistencia dinámica en USD 0,224, lo que invalidaría el escenario bajista y permitiría una recuperación hacia USD 0,264. Pero ese rumbo depende de que el rebote actual cuente con un respaldo sólido.
En resumen, aunque Dogecoin registró una recuperación reciente, las señales técnicas y métricas on-chain no respaldan un alza sostenida por ahora. El riesgo de un retroceso significativo hacia niveles de soporte clave está presente, a menos que aparezca una presión compradora fuerte que sostenga el rebote.
