Pi Coin experimentó una caída dramática del 32% en una sola sesión, evidenciando un estrés agudo del mercado. Esta fuerte erosión del precio, junto con recientes advertencias regulatorias y una demanda pendiente en Estados Unidos, plantea serias dudas sobre si los pequeños inversores están subestimando el riesgo de nuevas caídas al intentar «comprar la baja».
El comportamiento de Pi Coin en el gráfico a principios de diciembre refleja una preocupante tendencia a la baja, con un descenso acumulado del 44% durante los tres meses anteriores. Este patrón señala una presión de venta sostenida más que una corrección transitoria. Las métricas de sentimiento refuerzan este panorama negativo: el Fear & Greed Index marcó 16 a principios de diciembre de 2025, clasificándose como «miedo extremo», mientras que 18 de 22 indicadores de sentimiento apuntaban a la baja en el mismo periodo.
Esta combinación de factores técnicos sugiere una tendencia negativa duradera con alta probabilidad estadística de nuevos mínimos en lugar del rebote que muchos inversores minoristas podrían estar esperando.
El perfil de riesgo del proyecto ha aumentado significativamente debido a recientes desarrollos regulatorios y legales. El 5 de diciembre de 2025, siete importantes asociaciones financieras chinas calificaron a Pi Network como un «activo virtual sin valor», siguiendo un asesoramiento anterior del Ministry of Public Security chino que lo catalogó como financiación ilegal.
Desafíos legales y regulatorios crecientes
Paralelamente, una demanda federal en Estados Unidos presentada el 24 de octubre de 2025 alega fraude de valores, manipulación de tokens y centralización por parte de los fundadores de Pi Network. Como señaló Crypto News: «La confluencia de una acción de precio brutal, advertencias regulatorias severas y desafíos legales significativos pinta un panorama sombrío de peligro creciente para los desprevenidos».
A pesar de que el Open Mainnet de la red fue lanzado el 20 de febrero de 2025, este hito operativo no ha logrado estabilizar la valoración del token. Por el contrario, la activación del Mainnet introdujo dinámicas de desbloqueo de tokens que los analistas identifican como presión adicional de venta a corto plazo.
Los inversores minoristas que intentan «comprar la caída» o «atrapar un cuchillo que cae» enfrentan un entorno de riesgo elevado debido a la combinación de indicadores técnicos negativos, presiones regulatorias y desafíos legales. Esta situación crea un riesgo asimétrico a la baja que debería considerarse cuidadosamente al dimensionar posiciones y planificar estrategias de salida.
