Bhutan ha seleccionado a Solana para alojar a TER, un token soberano respaldado por oro programado para lanzarse el 17 de diciembre de 2025, una medida que se suma a proyectos estatales anteriores y está remodelando las expectativas del mercado sobre SOL.
TER de Bhutan será emitido por Gelephu Mindfulness City (GMC) y custodiado y distribuido por DK Bank, con Matrixdock proporcionando la tecnología de tokenización; la fecha de lanzamiento es el 17 de diciembre de 2025. Kazajistán ya ha desplegado Evo, una stablecoin nacional vinculada al tenge en Solana, desarrollada con la participación de Mastercard y la supervisión del National Bank of Kazakhstan. La República Centroafricana está explorando la tokenización de tierras en la misma blockchain.
La tokenización es el proceso de representar activos físicos como tokens digitales en una blockchain. La selección de Solana en estos proyectos se atribuye a su alta capacidad de procesamiento (hasta 65.000 tps), a un costo medio de transacción muy bajo (alrededor de $0.00025) y a arquitecturas que habilitan propiedad fraccionada, liquidación casi instantánea y auditabilidad en tiempo real. Estos atributos se presentan como habilitadores prácticos para programas de activos a escala nacional e integración con las redes financieras existentes.
Predicción del precio de Solana y reacción del mercado
Los participantes del mercado reaccionaron rápidamente ante los proyectos soberanos. SOL registró un movimiento intradía notable, subiendo aproximadamente un 5,4% en un periodo de 24 horas mientras probaba niveles clave de resistencia cerca de $138.4, lo que provocó nuevos escenarios de predicción del precio de Solana entre los analistas. Algunos modelos de previsión citados en comentarios de mercado proyectan objetivos sustancialmente más altos, con una estimación ampliamente difundida que apunta a $400 para SOL a finales de 2025, supeditada al crecimiento continuo de la actividad en la red y a una mejora del sentimiento macro en las criptomonedas.
Los expertos enmarcan la tesis alcista vinculando la adopción soberana con un impulso estructural de la demanda, que podría cambiar el papel de SOL de un token de utilidad centrado en desarrolladores a un protocolo que sustenta infraestructura institucional y nacional. La narrativa asocia mayor actividad on‑chain, incremento del TVL en DeFi y renovado interés institucional con una posible presión al alza sobre la demanda del token y su precio.
Los despliegues nacionales conllevan implicaciones de gobernanza y regulatorias. El modelo de Kazajistán implica supervisión del banco central para Evo; la iniciativa de Bhutan asigna roles de custodia y emisión a instituciones nacionales. En Estados Unidos ha surgido la discusión sobre una posible “reserva criptográfica estratégica” que podría incluir múltiples tokens, y actores destacados de Solana han advertido que las reservas centralizadas podrían entrar en conflicto con los principios de descentralización. El resultado de los arreglos de gobernanza y los marcos regulatorios influirá en el riesgo operativo, los modelos de custodia y la interoperabilidad transfronteriza para tokens soberanos.
La aparición de Solana en proyectos liderados por el Estado marca un cambio notable hacia el uso de blockchain en estrategias de activos soberanos y ha agudizado los debates sobre la predicción del precio de Solana.
