Ripple ha decidido no seguir adelante con su oferta pública inicial (OPI). Esta decisión se toma tras la finalización de su prolongada disputa legal con la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC). A pesar de una valoración estimada en $40 mil millones, la presidenta de la compañía, Monica Long, ha confirmado que la empresa no tiene planes ni plazos para cotizar en bolsa.
Monica Long declaró a Bloomberg que Ripple cuenta con la financiación suficiente. Esto le permite respaldar su crecimiento y sus objetivos estratégicos sin la necesidad de recaudar fondos mediante una OPI. Esta decisión pone fin a años de especulaciones, ya que varios ejecutivos de Ripple habían insinuado previamente que una salida a bolsa era probable. La compañía se enfrentó a una demanda de $1.3 mil millones por parte de la SEC a finales de 2020. Esta demanda fue retirada oficialmente a principios de este año.
Ripple sigue siendo una empresa privada y no divulga sus resultados financieros anuales. Sin embargo, la firma de análisis de mercado CB Insights estima que sus ingresos para 2024 rondarán los $1.3 mil millones. Aunque Long no confirmó esta cifra, afirmó que Ripple duplicó su base de clientes en 2024. Este crecimiento fue impulsado por la creciente adopción de su criptomoneda estable RLUSD y una regulación global más clara.
¿Por qué Ripple prefiere mantenerse privada con una valoración de 40.000 millones de dólares?
Las declaraciones de Long coincidieron con el anuncio de una ronda de financiación estratégica de $500 millones. Esta fue liderada por importantes inversores institucionales como Citadel Securities, Pantera Capital, Galaxy Digital, Brevan Howard y Marshall Wace. Esta ronda de financiación llega tras el mejor año de Ripple hasta la fecha. Durante este período, la compañía lanzó un programa de recompra de acciones por valor de $1.000 millones, lo que la valora en aproximadamente $40 mil millones.
Ripple afirmó que mantener la liquidez para los accionistas y empleados sigue siendo una prioridad clave. Señaló que ha recomprado más del 25% de sus acciones en circulación en los últimos años. Esto demuestra un compromiso con la flexibilidad y el control interno. A pesar de que el director ejecutivo Brad Garlinghouse llegó a afirmar que una OPI sería una «evolución natural» para la empresa, Ripple parece conforme con mantenerse privada por ahora.
Mientras tanto, otros actores importantes del sector de las criptomonedas, como Circle, Bullish y Gemini, sí saldrán a bolsa en 2025. La decisión de Ripple de evitar la salida a bolsa de Ripple destaca una estrategia que valora la independencia operativa y la capacidad de financiación privada sobre las complejidades y el escrutinio público de los mercados de valores. La economía de la empresa es lo suficientemente robusta como para sostener esta elección.
