El RSI de Ethereum bajó a 36, un nivel de sobreventa que no se veía desde que ETH cotizaba en 1.400 dólares. Al mismo tiempo, datos on-chain muestran altos niveles de acumulación y de salidas netas de exchanges, mientras el precio ronda los 4.040 dólares con soportes y resistencias cercanas que podrían definir el próximo movimiento.
El RSI marcó 36, clara señal de sobreventa y un registro que no aparecía desde que ETH costaba 1.400 dólares. Este contexto técnico sugiere que hay cierta presión a la baja, en la previa a posibles rebotes si el mercado encuentra soporte.
Quince direcciones recibieron 406.117 ETH desde Kraken, Galaxy Digital, BitGo y FalconX, un movimiento que Lookonchain reporta como una clara acumulación. Este patrón sugiere traslado de oferta hacia manos con menor propensión a la venta inmediata.
Los exchanges registraron salidas netas por 159,5 millones de dólares ese mismo día, mientras que los fondos ligados a ETH añadieron 560 millones la semana previa, de acuerdo con ICO Bench. Estos flujos refuerzan la lectura de reducción de oferta disponible en el corto plazo.
Los escenarios posibles para Ethereum
El precio se mueve cerca de los 4.040 dólares; perder los 4.000 abriría paso a que baje hasta 3.850 – 3.900, mientras que un cierre por encima de 4.180 revalidaría el impulso alcista. Estos niveles actúan como referencias inmediatas para la operativa.
Los participantes institucionales vigilan el nivel porque la concentración en custodia reduce la oferta disponible y eleva la volatilidad de ejecución, a la vez que los flujos exigen trazabilidad KYC/AML en custodias y ETFs. La dinámica de inventarios y cumplimiento regulatorio condiciona la liquidez y la velocidad de los movimientos.
La acción inmediata depende de si el mercado defiende 4.000 o rompe 4.180; la combinación de RSI, acumulación y salidas de exchanges decidirá la dirección en las próximas sesiones. La confluencia de señales técnicas y de flujos será determinante para el sesgo a corto plazo.
En conclusión, los niveles de 4 000 y 4 180 serán la referencia operativa, mientras que los datos de flujo y la lectura del RSI guiarán el sesgo en las próximas sesiones. La vigilancia de acumulación y salidas seguirá siendo clave para anticipar rupturas o rebotes.
