El CEO de MicroStrategy, Michael Saylor, anunció que su empresa no emitirá acciones preferentes en Japón durante los próximos 12 meses, una declaración realizada en el escenario junto al CEO de Metaplanet, Simon Gerovich, en el Bitcoin for Corporations Symposium. Esta decisión concede a Metaplanet una ventana abierta para ejecutar una recaudación de fondos mediante acciones preferentes con el objetivo de expandir sus tenencias de Bitcoin y su distribución institucional en Japón y en el extranjero.
Metaplanet ha lanzado un programa de acciones preferentes de dos niveles para financiar la acumulación de Bitcoin. Las acciones de la Clase A senior, con la marca MARS, son no dilutivas y están por delante de la Clase B y las acciones ordinarias en la estructura de capital; llevan dividendos mensuales ajustables y no tienen derechos de conversión. Las preferentes perpetuas de la Clase B, llamadas MERCURY, ofrecen un dividendo anual fijo del 4.9% sobre un nominal de ¥1,000 e incluyen una opción a largo plazo para convertirse en acciones ordinarias a ¥1,000.
La junta aprobó la emisión de 23.61 millones de acciones MERCURY a un precio de ¥900 cada una, con el objetivo de obtener ingresos brutos de aproximadamente ¥21.2 mil millones (aproximadamente $135–150 millones) de inversores institucionales extranjeros. Se estima que los ingresos netos asciendan a ¥20.41 mil millones (unos $130 millones) y, pendiente de la aprobación de los accionistas, están previstos para ser desplegados antes del 29 de diciembre de 2025.
Implicaciones estratégicas y riesgos de la abstención de Saylor
La pausa voluntaria de Saylor elimina a un gran competidor potencial del mercado japonés de capital preferente durante un año, permitiendo a Metaplanet tiempo para establecer relaciones con inversores y comercializar sus instrumentos sin una replicación inmediata por parte de un incumbente mayor. Los observadores caracterizan la ventana como una ventaja estratégica inicial para refinar la mecánica de precios, la distribución y la gobernanza corporativa vinculadas a una estrategia de acumulación de Bitcoin.
Sin embargo, el modelo conlleva riesgos materiales. La volatilidad de Bitcoin crea riesgo de cola para las empresas que mantienen grandes reservas; la acción de Metaplanet ha experimentado caídas profundas —descensos de alrededor del 54% y 65% en distintos momentos—, ilustrando la correlación entre las oscilaciones del precio del activo y la valoración de mercado. La historia también muestra que las empresas tesorería pueden cotizar a valores de empresa por debajo de sus tenencias de cripto durante periodos de estrés, comprimiendo las primas de los inversores y elevando los costos de financiación. La incertidumbre regulatoria en jurisdicciones clave sigue siendo otra restricción sobre la escala y los flujos de capital transfronterizos.
Los instrumentos preferentes anteriores de MicroStrategy proporcionan un precedente de cómo el capital preferente puede canalizar capital institucional hacia compras corporativas de Bitcoin, notablemente la preferente convertible perpetua de tasa variable (STRC) que Saylor llamó una “joya de la corona”. Ese modelo combina emisión de efectivo-capital con compras de Bitcoin en el balance; el enfoque de dos niveles de Metaplanet adapta esas mecánicas a la estructura de mercado y las preferencias de los inversores en Japón.
La pausa de 12 meses de Saylor cristaliza una prueba comercial singular: si Metaplanet puede usar su programa de acciones preferentes para escalar sus tenencias de Bitcoin y su distribución institucional por delante de incumbentes mayores.
