XRP muestra señales técnicas y fundamentales de un movimiento importante. La presión vendedora cayó un 82% y, según datos de mercado, un avance cercano al 5% podría activar un breakout claro. Este escenario interesa a inversores pequeños y grandes, ya que una entrada de dinero podría cambiar la dinámica de precios en las próximas semanas.
Los indicadores generales apuntan a una fase de acumulación tras la retirada de los vendedores. La caída del 82 % en la presión de venta sugiere que el mercado absorbe la oferta disponible, lo que reduce el esfuerzo necesario para empujar el precio al alza. Las reservas en exchanges bajan, reforzando la idea de menor probabilidad de ventas grandes a futuro.
Los analistas consultados señalan niveles clave con diferencias según la fuente, pero coinciden en una resistencia moderada: algunos la ubican en $2,40 – $2,50, otros en $2,70 – $2,75. Esta disparidad sobre el punto de giro obliga a esperar confirmación en precio y volumen antes de validar un movimiento alcista. Una fuente de mercado destaca $2,55 como nivel de pivote inmediato.
Las claves del mercado para XRP
A nivel fundamental, estimaciones internas del sector otorgan una probabilidad muy alta a la aprobación de un ETF spot de XRP en 2025, lo que atraeríay dinero institucional y aumentaría la liquidez. Además, la utilidad de la red —hasta 1.500 transacciones por segundo y liquidación en 4 segundos, frente a los 10 minutos de Bitcoin— respalda su uso en pagos internacionales y servicios financieros que requieren rapidez.
Si se confirma la baja oferta y el precio sube un 5 % con volumen, la adopción institucional y la liquidez podrían acelerarse, propiciando movimientos rápidos. Para que el avance se sostenga, se requieren dos condiciones: ruptura técnica con volumen y soporte fundamental mediante entradas de capital y una regulación clara.
El próximo hito a vigilar es la resolución sobre los instrumentos de inversión al contado y el comportamiento del precio en torno a $2,55 como pivote, factores que determinarán si la configuración deriva en una ruptura sostenida o en un repunte temporal.
