El mercado de criptomonedas ha reaccionado con una frialdad inesperada ante uno de los eventos más esperados del año. Esto provocó que el precio de XRP cae por debajo de 2 dólares durante la jornada inaugural de su nuevo fondo.
A pesar de la gran expectativa generada por el lanzamiento del producto de Bitwise en la Bolsa de Nueva York, el activo no aguantó. El token retrocedió rápidamente hacia niveles observados durante la corrección de octubre.
Brad Garlinghouse, CEO de Ripple, celebró el hito institucional calificándolo como una «fiebre previa al Día de Acción de Gracias». Sin embargo, la realidad de los gráficos mostró una desconexión temporal entre el avance corporativo y el precio.
El debut del instrumento financiero de Bitwise registró un volumen de negociación bastante respetable en su primer día. Alcanzó los 22 millones de dólares cuando aún faltaban tres horas para el cierre de la sesión, según datos de James Seyffart.
Esta cifra posiciona al fondo como un competidor sólido dentro del creciente mercado de derivados cripto. Aunque se mantiene por detrás del impresionante récord establecido por Canary Capital la semana anterior.
No obstante, este flujo de capital institucional no fue suficiente para contrarrestar la presión de venta generalizada. Esta situación fue exacerbada por un desplome repentino de Bitcoin por debajo de los 87.000 dólares.
Este movimiento brusco del líder del mercado liquidó más de 220 millones de dólares en posiciones largas apalancadas. Todo el sector sufrió el impacto negativo en cuestión de una sola hora de operaciones intensas.
¿Por qué el precio cae si la adopción institucional crece?
La paradoja actual se explica al analizar el comportamiento de los grandes tenedores y la estructura de rentabilidad. Datos de Glassnode revelan que el porcentaje de suministro de XRP en ganancias se ha desplomado recientemente.
Específicamente, cayó al 58,5%, su nivel más bajo desde noviembre de 2024, lo que genera preocupación entre analistas. Esto indica que el mercado se ha vuelto estructuralmente frágil y dependiente de compradores tardíos que entraron por euforia.
Estos inversores minoristas ahora enfrentan pérdidas no realizadas significativas debido a la caída abrupta del valor del activo. Además, se reportó que las «ballenas» vendieron agresivamente alrededor de 200 millones de tokens en el mercado abierto.
Estas ventas masivas ocurrieron estratégicamente en las 48 horas circundantes al lanzamiento del producto financiero. Aprovecharon la liquidez generada por el evento para salir de sus posiciones y asegurar beneficios previos rápidamente.
Los expertos sugieren que la reacción negativa a corto plazo responde al clásico fenómeno de «vender con la noticia». Los inversores minoristas especulativos salen del mercado justo cuando se materializa el evento fundamental que esperaban.
Por otro lado, las instituciones suelen adoptar una estrategia de compra mucho más metódica y lenta. Ellas prefieren acumular activos durante las caídas en lugar de perseguir precios altos impulsados por la emoción momentánea.
Por ende, es probable que el verdadero impacto de estos flujos de capital regulado no se refleje plenamente ahora. La valoración del token podría tardar hasta bien entrado el año 2026 en reaccionar positiva y sostenidamente.
Esto ocurrirá una vez que los gestores de activos hayan construido sus posiciones estratégicas con calma y paciencia. La tecnología blockchain subyacente sigue siendo robusta, pero los tiempos institucionales difieren de los minoristas.
