Tras casi un año de estudio del CBDC del shekel digital, los expertos del Banco de Israel aconsejaron que los llamados contratos inteligentes que permiten realizar criptomonedas de forma automática sean supervisados por los bancos centrales.
El experimento comenzó con la creación de la plataforma y una prueba de su capacidad para realizar tareas fundamentales como la emisión y la transferencia de dinero digital de un monedero a otro. También se estudió la posibilidad de establecer restricciones cuantitativas a las transacciones de pago y el uso de «contratos inteligentes» para la entrega frente a las transacciones de pago.
Como resultado, el banco participó en la prueba del shekel digital, viéndolo como una oportunidad para garantizar los pagos en moneda soberana. Se descubrió que es fundamental saber quién es el responsable de codificar los contratos inteligentes que gestionan las transacciones.
¿Qué parte construiría el contrato inteligente?
Los contratos inteligentes son acuerdos basados en códigos que permiten la transferencia de valor entre las partes y funcionan de forma semiautomática. Aunque los contratos inteligentes están a disposición del público en una red blockchain, esto no garantiza que estén libres de errores. En consecuencia, el Banco planteó una cuestión política esencial: «¿Qué parte construiría el contrato inteligente?»
«Aunque no es probable que, en realidad, el Banco de Israel escriba aplicaciones para transacciones de pago específicas, también es difícil suponer que a cualquiera se le permita escribir un contrato inteligente en la propia blockchain, ya que esto puede constituir un riesgo significativo para todo el sistema«, dice el banco.
Una posible respuesta a este problema es que se permita a los proveedores de servicios de pago redactar contratos inteligentes, aunque esto plantea dudas sobre el nivel de supervisión que se requerirá en estos ámbitos.
El Banco de Israel, por su parte, subraya que este ensayo no implica que se vaya a emitir un shekel digital. En cambio, se utilizó para enseñar a sus empleados la tecnología de libro mayor distribuido y el ecosistema Ethereum de código abierto que lo sustenta.
El Banco puede utilizar la infraestructura creada para el experimento para estudiar otras aplicaciones y retos políticos según sea necesario en el futuro. Además, el Banco de Israel seguirá estudiando diferentes retos tecnológicos relacionados con la posibilidad de emitir un shekel digital.