Robert Kiyosaki afirma que las escuelas forman a los niños para convertirse en asalariados dependientes del “dinero falso” (fiat). Esta crítica resuena entre inversores interesados en Bitcoin, oro y plata, afectando a educadores, padres e inversores minoristas. Propone la propiedad directa de activos reales y criptomonedas como antídoto frente a la depreciación del efectivo, y advierte sobre la pérdida de autonomía financiera que genera la educación tradicional centrada en salarios.
Contexto e impacto
Autor de Rich Dad Poor Dad y del libro FAKE – Fake Money, Fake Teachers, Fake Assets, Kiyosaki sostiene que el sistema educativo fomenta el ciclo de estudiar, emplearse y ahorrar en moneda que pierde valor. En contraposición, recomienda activos tangibles como oro y plata, y cada vez más, Bitcoin como protección frente a la erosión del poder adquisitivo, además de incentivar mentalidad de inversión y educación financiera temprana.
Plantea objetivos explícitos: Bitcoin a $1 millón para 2035, oro a $30.000 y plata a $3.000, como parte de su argumentario. Critica instrumentos financieros que separan al inversor del activo subyacente, calificando a los ETF de Bitcoin como “trampas de los banqueros” y defendiendo la posesión directa. Además, ha mostrado apoyo público a Donald Trump, a quien llamó “el primer presidente bitcoin”, alineando posicionamientos políticos y financieros en su mensaje.
Críticas públicas e implicaciones
Las críticas destacan simplificaciones y riesgos en sus consejos. Varios analistas cuestionan la aplicabilidad práctica de sus recomendaciones y la precisión de ciertas anécdotas.
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John Reed, asesor inmobiliario, afirmó: “Rich Dad, Poor Dad contiene mucho consejo erróneo, mucho consejo malo, algún consejo peligroso y prácticamente ningún buen consejo”.
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Su empresa Rich Global LLC declaró bancarrota en 2012, y Kiyosaki ha declarado públicamente estar $1,2 mil millones en deuda, describiéndolo como parte de su estrategia financiera, aunque polémica y cuestionada por muchos expertos.
Su discurso puede impulsar interés minorista por la propiedad directa de criptomonedas y metales, y avivar el debate sobre alfabetización financiera en las escuelas. También puede aumentar el escrutinio de productos financieros sintéticos como los ETF, aunque conlleva el riesgo de decisiones de inversión basadas en postulados polarizados sin evaluar riesgos personales, generando expectativas poco realistas sobre ganancias futuras.
Kiyosaki combina ventas masivas —Rich Dad Poor Dad superó las 32 millones de copias— con un mensaje de desconfianza hacia la moneda fiat y un pronóstico concreto: Bitcoin a $1 millón para 2035.