El Fondo Soberano Intergeneracional de Luxemburgo (FSIL) anunció en octubre de 2025 que destina el 1% de su cartera (€764 millones) a ETFs de Bitcoin, unos $9 millones. La decisión forma parte de una revisión de la política de inversión 2025. El movimiento eleva hasta el 15% la exposición a activos alternativos y cambia la forma en que inversores, reguladores y gestores públicos ven el criptoactivo.
El FSIL es el primer fondo estatal de la eurozona que expone su capital directamente a Bitcoin a través de productos cotizados. La operación se incluyó en una reforma de mandato que permite más diversificación hacia activos alternativos, con una asignación del 1 % del total de la cartera. El fondo eligió ETFs regulados para reducir riesgos operativos y de custodia que implica tener criptoactivos directamente.
Este hecho en un contexto europeo más amplio, con la entrada en vigor de marcos regulatorios y la evolución del debate público sobre activos digitales. Distingue entre el simbolismo de la decisión y el tamaño real de la inversión frente a grandes gestores, destacando su valor como precedente institucional.
La inversión de Luxemburgo en Bitcoin
La asignación del FSIL puede impulsar la adopción institucional en Europa y afectar la liquidez y la percepción de legitimidad de Bitcoin. El activo sigue siendo volátil y que existen diferencias entre vehículos —ETFs frente a tenencia directa—, incluidos riesgos de contraparte en algunos productos.
Algunas estimaciones de analistas que prevén un impacto notable en la oferta y la demanda de Bitcoin si otros fondos estatales replican pequeñas asignaciones, aunque esas proyecciones dependen de múltiples variables de mercado.
El paso de Luxemburgo fija un precedente regulatorio y operativo en la eurozona. Ahora se observará si otros fondos soberanos hacen asignaciones similares antes del cierre de 2025, lo que podría alterar modelos tradicionales de asignación.