Vitalik Buterin ha presentado el protocolo Goldwasser‑Kalai‑Rothblum (GKR) como método para acelerar las pruebas de conocimiento cero en Ethereum. La propuesta reduce los costes de verificación y acelera la comprobación de cálculos, con impacto directo en desarrolladores de ZK‑EVM, operadores de rollups y equipos de producto y compliance que gestionan latencia y gastos de infraestructura.
El objetivo es bajar la sobrecarga de verificación y aumentar el rendimiento de validación, permitiendo ciclos operativos más cortos y menor consumo de recursos en la red y sus capas de ejecución.
GKR surge de la investigación criptográfica y se adapta para pasar de una complejidad cúbica del probador a tiempos estrictamente lineales. Su diseño incluye solo las entradas y salidas del circuito, sin los testigos intermedios, con lo que se reduce el tamaño de la prueba y el coste computacional.
El rendimiento reportado alcanza ~2 millones de operaciones por segundo y recorta la sobrecarga de verificación de ~100× a 10‑15×. Estos avances elevan la velocidad de verificación entre un 30% y un 50% y abaratan el coste por prueba; además, GKR resulta de 1,5 a 5 veces más rápido que otros protocolos eficientes en circuitos paralelos de datos.
¿Qué va a significar la implementación del protocolo GKR?
En la práctica, esto se traduce en menor latencia al cerrar transacciones y más capacidad para contratos complejos en tiempo real, además de menos gasto operativo para validadores y operadores de rollups.
El protocolo se perfila como pieza clave de la filosofía “Lean Ethereum”, que busca mantener la capa base pequeña y trasladar la mayor parte del cómputo a L2.
Para producto y compliance, GKR habilita ZK‑EVMs más ágiles, menor gasto de prover y mayor eficiencia en verificación recursiva. Facilita validar ejecución fuera de cadena con mayor frecuencia; reduce el coste del prover en soluciones que repiten funciones, como ciertos modelos de zk‑ML; y mejora la verificación recursiva que agrega pruebas de rollups, con efecto multiplicador sobre la escalabilidad.
El protocolo encaja en los objetivos generales de Ethereum, incluidos hitos como Pectra y las prioridades de 2025 (finalidad en un solo slot y statelessness). La adopción real y las fechas de integración quedan sujetas a pruebas de referencia y a la validación por equipos de cliente y rollups en los próximos trimestres; el mensaje para product managers y compliance es analizar el impacto en coste, latencia y requisitos de privacidad antes de planificar despliegues pilotos.