Los hedge funds han incrementado notablemente su exposición a criptomonedas tras el cambio regulatorio impulsado por la Administración Trump. Según los datos citados, la proporción de hedge funds que mantienen cripto subió al 55% en 2025 (desde 47% en 2024), reflejando una tendencia de mayor participación institucional. Este clima político y normativo explica parte de la reasignación de capital que afecta a gestores, custodios y proveedores de productos cotizados.
La aceleración responde a medidas ejecutivas, nombramientos y legislación descritos en los informes consultados. El 23 de enero de 2025 se firmó una orden ejecutiva para “Fortalecer el liderazgo estadounidense en tecnología financiera digital” y se creó un President’s Working Group on Digital Asset Markets (PWG) con mandato de 180 días para proponer un marco federal, lo que envió una señal de claridad regulatoria.
Además, la firma de la GENIUS Act en julio de 2025 estableció requisitos de respaldo completo para stablecoins de pago, según los documentos citados.
El efecto en productos e inversión institucional fue medible: la aprobación previa de ETFs de Bitcoin por la SEC precipitó una afluencia rápida de capital, con cerca de $150.000 millones en AUM en estos fondos a finales de 2025, y BlackRock IBIT atrayendo alrededor de $50.000 millones, de acuerdo con los datos disponibles.
La regulación de Trump sobre las stablecoin y su impacto
Asimismo, corporaciones y family offices aumentaron sus asignaciones: se cita que MicroStrategy mantuvo más de $6.700 millones en Bitcoin, y las family offices mostraron tasas de adopción más altas (25%).
Una encuesta citada indicó que “47% de los inversores institucionales atribuyeron su aumento en asignaciones a cripto al actual clima regulatorio”, según AIMA y PwC, lo que subraya la relación directa entre señales públicas de política y decisiones de asignación.
La combinación de claridad normativa y nombramientos pro-industria redujo barreras operativas y estimuló la entrada de capital, pero no eliminó riesgos.
La volatilidad del mercado persistió —por ejemplo, Bitcoin cayó desde seis cifras a niveles inferiores tras ciertos anuncios ejecutivos— y las políticas macroeconómicas aún pueden revertir ganancias rápidas de precios.
En paralelo, persisten fricciones por divergencia regulatoria internacional, como la referencia a MiCA en la UE.
El siguiente hito señalado en los datos es la entrega de propuestas del PWG dentro del plazo de 180 días desde la orden ejecutiva, cuyo contenido y traducción a norma o guía práctica determinarán si la actual ola de entrada institucional se consolida o se reconfigura por nuevos requisitos.
