Mientras grandes gestoras se apresuran para lanzar ETF de Solana (SOL), BlackRock se mantiene al margen, enfocándose en Bitcoin y Ethereum. ¿Retiro estratégico o oportunidad perdida?
En las últimas semanas, la competencia por lanzar ETF de Solana al contado se ha intensificado. Varias empresas, como Fidelity, Bitwise, Grayscale y VanEck, están moviéndose rápidamente para obtener aprobación y cotización. Sin embargo, un nombre llama la atención por su ausencia: BlackRock.
BlackRock ha dejado claro que su prioridad está en sus ETFs de Bitcoin (BTC) y Ethereum (ETH), y no en expandirse hacia altcoins como Solana. Según sus ejecutivos, Solana no cumple por ahora con los criterios de madurez, liquidez y capitalización que exige la firma. Esta postura refleja su filosofía: dar prioridad a la escala y la estabilidad por encima de seguir cada tendencia emergente en cripto.
Enfoque estratégico de BlackRock
Por el contrario, Fidelity está dando un paso importante: su ETF de Solana (símbolo FSOL) se lanzará el 19 de noviembre de 2025, con una comisión de gestión de solo 0,25%. Como una de las mayores gestoras tradicionales, su entrada subraya la creciente legitimidad de los productos financieros vinculados a Solana.
Esto podría marcar un punto de inflexión para los ETF de altcoins, especialmente si más empresas grandes siguen el ejemplo de Fidelity.
Un punto clave entre los solicitantes de ETF es la inclusión del staking. Siete instituciones importantes, entre ellas Fidelity y Grayscale, han modificado sus presentaciones ante la SEC para mencionar explícitamente la posibilidad de “stakear” SOL en sus fondos. Staking permite bloquear tokens SOL para obtener recompensas, lo cual puede ser muy atractivo para inversores a largo plazo en búsqueda de rendimiento. Pero también introduce complejidad regulatoria: la SEC ha cuestionado si las estructuras con staking podrían considerarse valores.
La decisión de BlackRock de no involucrarse de lleno puede obedecer a varios factores. En primer lugar, sus líderes han expresado dudas sobre la demanda de ETFs de altcoins más allá de BTC y ETH. En segundo lugar, desde el punto de vista del riesgo, Solana podría parecer todavía demasiado incipiente o volátil, según los criterios internos de BlackRock. Tercero, BlackRock podría estar esperando a ver el desempeño de los primeros ETF para diseñar luego un producto más pulido y competitivo.
Algunos analistas interpretan la cautela de BlackRock como estratégica: al dejar que otros pioneros lancen primero, la gestora puede aprender de esos movimientos y eventualmente ingresar con una ventaja. Por otro lado, los críticos sostienen que BlackRock está perdiendo el tren de un mercado potencialmente muy rentable, justamente ahora que el staking gana terreno.
Si los ETF de Solana despegan, la ausencia de BlackRock podría costarle cuota de mercado. Pero si la fiebre se enfría, podría reaparecer sin grandes pérdidas.
