Spark ha suspendido sus planes para una aplicación de consumo y ha reorientado su producto hacia infraestructura de liquidez para clientes institucionales, en una jugada que incluye una inversión de $1.000 millones en la stablecoin PYUSD de PayPal. La decisión busca facilitar el acceso de capital institucional, priorando estabilidad, liquidez y cumplimiento regulatorio en entornos on‑chain.
Spark transforma su hoja de ruta desde productos de uso minorista hacia puentes de liquidez y servicios para grandes inversores. La apuesta por PYUSD se entiende como un mecanismo para ofrecer una moneda on‑chain con respaldo y trazabilidad asociada a una entidad regulada, lo que reduce fricciones para contrapartes institucionales que exigen claridad de custodia y reglas KYC/AML.
Esta integración introduce centralización relativa al depender de un emisor concreto; sin embargo, se percibe como una compensación aceptable para instituciones que priorizan la certeza de contraparte y la supervisión regulatoria. La firma argumenta que el nuevo enfoque desbloquea volúmenes de préstamos y operaciones a gran escala que la oferta de consumo no podía captar, y que facilita operaciones de lending y borrowing más compatibles con auditorías y requisitos de compliance.
Los riesgos técnicos y operativos asociados incluyen la exposición a problemas del emisor de la stablecoin, revisiones regulatorias y retos de integración con contratos inteligentes
¿A qué se debe este cambio de orientación de Spark?
La reorientación de Spark ocurre en paralelo a desarrollos regulatorios y de infraestructura que favorecen la entrada institucional. Marcos como MiCA y jurisdicciones proactivas han incrementado la certeza legal en algunos mercados, mientras que mejoras técnicas —capas 2 con mayor rendimiento, pruebas de conocimiento cero para privacidad y estándares de interoperabilidad— elevan la viabilidad operativa a escala institucional, respondiendo a demandas de menor latencia operativa, auditoría y segregación de funciones.
La tokenización y el crecimiento de RWAs son citados como motores de demanda: el volumen tokenizado pasó de aproximadamente $8.500 millones a $33.910 millones entre inicios de 2024 y el segundo trimestre de 2025, lo que valida la búsqueda de productos más supervisables y con generación de rendimiento compatible con estructuras institucionales.
Varios actores de Wall Street y bancos están integrando soluciones on‑chain, consolidando la vía institucional. Entre los ejemplos señalados figuran: Morgan Stanley preparando trading de BTC, ETH y SOL vía ETrade en H1 2026; BlackRock validando a Solana como red apta para operaciones institucionales; Ripple impulsando XRPL con entradas diarias de $25M y nuevos stablecoins; JPMorgan tokenizando depósitos con JPMD en Base; y Standard Chartered, a través de SC Ventures, destinando $250M a infraestructura blockchain y DeFi.
La decisión de Spark sintetiza la transición del ecosistema DeFi: de productos minoristas experimentales hacia capas de infraestructura alineadas con requisitos institucionales. El movimiento enfatiza la función de stablecoins reguladas como rampas de entrada y subraya la necesidad de soluciones técnicas y de cumplimiento que soporten grandes flujos de capital.
