Klarna ha presentado KlarnaUSD, una stablecoin respaldada en dólares diseñada para recortar los costes de pagos transfronterizos y acelerar liquidaciones. La iniciativa se apoya en la infraestructura de Tempo y Stripe y se espera su lanzamiento en mainnet en 2026.
KlarnaUSD es un token dólar-reservado cuya finalidad operativa es ofrecer transferencias de valor más rápidas y económicas frente a los canales bancarios tradicionales. Una stablecoin es un token digital cuyo valor está anclado a una moneda fiat para reducir la volatilidad. El proyecto está en fase de pruebas y, según la hoja de ruta anunciada, su despliegue en mainnet está previsto para 2026.
La emisión técnica se asienta sobre Tempo, una cadena orientada a pagos desarrollada en colaboración con Stripe y Paradigm, y utiliza la capa de emisión Open Issuance by Bridge de Stripe como parte de su infraestructura. La compañía plantea que el diseño busca reducir fricción operativa para comercios y empresas que manejan cross-border settlements.
Klarna llega con una escala operativa relevante: 114 millones de clientes y un GMV anual de $112.000 millones, cifras que la firma considera palancas para adoptarlo masivamente en procesos de tesorería y pagos comerciales.
Impacto en pagos, mercado y riesgos
Klarna presenta su stablecoin en un contexto de presiones sobre la cadena de valor de pagos: el sistema financiero sigue soportando costes significativos en transferencias transfronterizas, estimados en aproximadamente $120.000 millones al año. La compañía argumenta que una moneda digital dolarizada puede reducir esos costes, acelerar pagos a comerciantes y mejorar la eficiencia de cash management para tesorerías corporativas.
A nivel macro, la entrada de un actor de comercio y pagos con la escala de Klarna intensifica la competencia en stablecoins y plantea un desafío operativo a mecanismos de mensajería interbancaria tradicionales. Un estudio citado por la compañía proyecta que el volumen anual de transacciones en stablecoins podría alcanzar $27 billones para 2030, un dato que subraya la oportunidad de reconfigurar flujos transfronterizos.
Reguladores en EE. UU. y Europa continúan debatiendo marcos específicos —mencionados en el anuncio como el GENIUS Act, el STABLE Act y MiCA—, lo que introduce incertidumbre normativa sobre emisión y uso a gran escala. Además, cualquier stablecoin depende de la transparencia y la calidad de sus reservas, así como de controles operativos para prevenir fallos en liquidez.
La iniciativa equivale a una apuesta por desplazar parte de la fricción actual en pagos globales mediante una stablecoin dólar-reservada, apoyada en la infraestructura de Stripe/Tempo y la escala comercial de Klarna.
