El Bank of Israel adoptó una postura regulatoria más estricta sobre las stablecoins mientras impulsa una moneda digital del banco central, el shekel digital, con una hoja de ruta de 2026. La supervisión se presenta como necesaria para abordar riesgos de concentración y preservar la estabilidad financiera mientras se desarrolla un instrumento de pago digital soberano.
El banco central de Israel describió a las stablecoins como un segmento de la finanza digital de relevancia sistémica. El regulador cita volúmenes de negociación mensuales en el sector cercanos a los $2 billones y un valor de mercado mundial estimado por encima de los $4 billones, con actividad fuertemente concentrada en unos pocos emisores que representan aproximadamente el 99% de los flujos.
El Bank of Israel ha avanzado para prohibir las stablecoins algorítmicas y exigir que las stablecoins permitidas mantengan reservas 1:1 y estrictos colchones de liquidez. Una consulta pública iniciada en febrero de 2023 ha informado estas posiciones y ha guiado la preferencia del banco por salvaguardas claras y exigibles para reducir los riesgos derivados de la falla del emisor o de eventos de pérdida del anclaje. El gobernador Amir Yaron señaló que estos activos ya no pueden tratarse como marginales y requieren un marco regulatorio acorde con la escala de su mercado.
Desarrollo del shekel digital y prioridades de diseño
Simultáneamente, el banco central está avanzando en el shekel digital como un complemento directo y libre de riesgo al efectivo y a los depósitos bancarios, con un proceso de diseño que condujo a un documento preliminar publicado el 3 de marzo de 2025. Una moneda digital del banco central (CBDC) es una forma digital de pasivo del banco central para uso público. El shekel digital se está planificando como una unidad convertible uno a uno con el shekel existente, destinada a actuar como ancla soberana en el ecosistema de pagos.
Las decisiones clave de diseño incluyen excluir la programabilidad para limitar el control centralizado sobre el gasto, mejorar la privacidad en relación con muchos métodos de pago actuales y permitir la capacidad de transacciones sin conexión para mejorar la resiliencia. El proyecto ha utilizado vehículos de participación pública —notablemente el “Digital Shekel Challenge” que concluyó el 31 de octubre de 2024— para solicitar aportes técnicos sobre arquitectura y recorridos de usuario. El banco central describe la CBDC como una base para servicios de pago más rápidos, más baratos y más innovadores, al tiempo que preserva el pasivo del banco central como la capa de confianza última.
El enfoque dual del Bank of Israel —endurecer las normas en torno a las stablecoins privadas y sentar las bases técnicas y de política para una CBDC minorista— busca reducir la exposición sistémica a la vez que ofrece una alternativa soberana para los pagos digitales.
