El mercado de criptomonedas experimentó una notable caída de Bitcoin a 88.000 dólares durante la sesión de negociación de este jueves en Estados Unidos, eliminando rápidamente el repunte previo hacia los 93.000 dólares.Este movimiento correctivo revirtió el optimismo inicial que había sido generado por los sólidos resultados financieros presentados por Nvidia la noche anterior.
La inestabilidad se apoderó de la jornada cuando el índice Nasdaq, que había subido más del 2% inicialmente, recortó drásticamente sus ganancias a solo un 0,3%, arrastrando consigo a todo el sector de activos digitales. Específicamente, Ethereum sufrió un golpe significativo cayendo por debajo del nivel de 2.900 dólares, una situación exacerbada por la venta estratégica de tokens ejecutada por la tesorería de FG Nexus para financiar su recompra de acciones. Asimismo, las acciones vinculadas al ecosistema, como Strategy de Michael Saylor, se desplomaron un 4,7% adicional, marcando un preocupante nuevo mínimo de 52 semanas en los 178 dólares por acción.
El sentimiento inversor se vio severamente afectado por la publicación tardía del informe de empleo de septiembre, el cual reveló una adición de 119.000 puestos de trabajo, superando las expectativas y complicando el panorama monetario.
Además, Beth Hammack, presidenta de la Fed de Cleveland, sugirió que la economía actual y los altos precios de las acciones son motivos suficientes para no recortar las tasas en diciembre. De este modo, los comentarios agresivos de los funcionarios enfriaron las esperanzas de liquidez inmediata, recordando a los participantes del mercado los riesgos de una inflación persistente que no cede terreno fácilmente.
¿Estamos ante una corrección prolongada o una reacción exagerada?
La incapacidad de sostener el impulso alcista sugiere una aversión al riesgo profundamente arraigada, donde cada intento de recuperación técnica es neutralizado por salidas de capital tanto institucionales como minoristas. Empresas clave como Coinbase y Gemini registraron pérdidas del 4% y 5% respectivamente tras la apertura, lo que indica que la debilidad estructural se extiende más allá del activo subyacente hacia la infraestructura del mercado.
Este comportamiento recuerda a los veteranos los discursos históricos sobre la «exuberancia irracional», planteando serias dudas sobre la sostenibilidad de las valoraciones actuales en el corto plazo frente a tasas de interés elevadas.
El panorama inmediato sigue siendo incierto mientras los inversores digieren la postura restrictiva de la Reserva Federal y la desconexión entre las ganancias corporativas tecnológicas y el precio de las criptomonedas. Con activos importantes tocando mínimos anuales y la liquidez manteniéndose restringida, la atención se centrará ahora en los próximos comunicados oficiales para discernir si la tendencia bajista se profundizará. Finalmente, la reacción del mercado ante la ausencia de recortes de tasas definirá la trayectoria de Bitcoin y las altcoins antes de finalizar el año fiscal en curso.
