El cierre del mes de septiembre está cerca y Bitcoin oscila entre 112.000 y 114.000 dólares. Los analistas señalan que hay tres referencias inmediatas: resistencia en 117.000, soporte en 106.000 y un objetivo intermedio en 120.000. Traders, tesorerías cripto e inversores institucionales vigilan el cierre mensual, ya que una ruptura puede disparar volatilidad y forzar reajustes de riesgo.
El mercado, por ahora, no define un rumbo fijo dentro del rango 112.000-114.000, y según el análisis, Bitcoin no consigue cerrar por encima de 117.000, aunque tampoco se espera que baje por debajo de los 106.000.
La resistencia en 117.000 y el soporte en 106.000 son los puntos que fijarán la dirección inmediata, mientras que 120.000 aparece como un objetivo conservador dentro del escenario de continuidad respaldado por algunas entradas a ETFs. El hito más próximo es el cierre de septiembre de 2025, momento en el que el comportamiento en torno a esos niveles servirá para ajustar posiciones y exposición al riesgo.
Opiniones divididas dentro del mercado
Las opiniones de mercado están divididas entre técnicos y analístas. Algunos analistas ven al Bitcoin en 120.000 como un objetivo cercano apoyado en entradas a ETFs, mientras que escenarios muy optimistas sitúan 220.000-330.000 antes de fin de año.
Pronósticos intermedios citan que el Bitcoin se va a ubicar entre los 145.167 dólares (Finder.com) y 180.000 (VanEck), y el investigador Sminston With plantea 165.000 con algunos picos entre 200.000 y 290.000 para 2026. La precisión de estos pronósticos es baja: el acierto a 12-18 meses ronda el 30% según el análisis referenciado, lo que refuerza el uso de estos objetivos como escenarios y no como certezas.
Un estudio señala que las entradas a ETFs empujan el precio spot en el corto plazo por sentimiento y momentum, pero que la independencia del precio frente a esos flujos crece en horizontes más largos, moderando el impacto estructural de los inflows sobre la trayectoria de precio.
La probabilidad de movimientos bruscos al cierre mensual obliga a trasladar liquidez y revisar stop loss para evitar deslizamientos en caso de ruptura. Una ruptura de 117.000 o 106.000 puede reordenar los mercados de perpetuos, abrir o cerrar posiciones de forma acelerada y alterar el OI y el funding.
Las entradas sostenidas a ETFs mantienen demanda inmediata, aunque su influencia de largo plazo es discutible según el estudio citado.
El hito inmediato es el cierre de septiembre de 2025. Según el análisis, observar el comportamiento en torno a 117 000 y 106 000 al cierre mensual será clave para ajustar riesgo y posiciones, dado el potencial de volatilidad si se confirma una ruptura fuera del rango.