El cierre parcial del Gobierno estadounidense está próximo a resolverse, generando movimientos sincronizados en activos de refugio y riesgo. Esta situación concentra liquidez y volatilidad en plazos cortos, afectando directamente a inversores institucionales y gestores de producto en sus decisiones de entrada, cobertura y cumplimiento normativo.
El inminente desenlace del cierre gubernamental actúa como catalizador para un rebote tanto en Bitcoin como en metales preciosos. En el mercado de criptomonedas, Bitcoin ha recuperado los $106.000 con proyecciones a corto plazo de $112.000. Las expectativas institucionales son aún más ambiciosas: Standard Chartered proyecta $150.000 y hasta $200.000 para finales de 2025, mientras analistas independientes elevan la previsión hasta $250.000 en un horizonte de dos años.
En el mercado de metales preciosos, el oro ha consolidado posiciones por encima de los $4.000 por onza, con futuros alcanzando cerca de $4.137,50. Instituciones como JPMorgan y UBS establecen objetivos de $5.000 para 2026/2027, mientras Goldman Sachs contempla escenarios de hasta $4.500 para finales de 2025. Para la plata, los análisis técnicos identifican un soporte en $50,96 con potenciales objetivos a corto plazo de $52,46 y $54,37, mientras el consenso a medio plazo anticipa una consolidación entre $35-$40 por onza para 2026-2027.
Proyecciones de precios y expectativas del mercado
Las proyecciones actuales conllevan importantes consideraciones para los participantes del mercado. Con una mayor cantidad de ventanas de entrada concentradas que generan presión operativa en ejecución y custodia . A su vez, persiste un mayor riesgo de deslizamiento y ejecución parcial en mercados volátiles
El próximo hito relevante será la resolución definitiva del cierre gubernamental y la reacción inmediata de liquidez, factores que condicionarán la validez de las proyecciones a corto plazo y marcarán la pauta para decisiones de inversión en las próximas semanas.
