El volumen de búsquedas de Bitcoin en Google en EE. UU. alcanzó su nivel más bajo en 11 meses, mientras que el oro subió más del 30 % en el año, lo que indica una rotación hacia activos de refugio impulsada por señales económicas y expectativas sobre política monetaria. Este cambio refleja una menor atención minorista sobre la criptomoneda mientras el metal precioso registra rendimientos superiores en 2025.
Datos y rendimiento comparado
Los datos de Google Trends muestran una disminución en el interés minorista por Bitcoin, aunque durante el mismo período hubo flujos institucionales hacia ETFs de la criptomoneda, que aportaron demanda adicional. Por su parte, el oro tuvo ganancias más significativas que Bitcoin en 2025, situándose muy por encima del rendimiento anual de la criptomoneda y marcando una diferencia clara en la performance entre ambos activos.
Por qué el dinero parece moverse hacia el oro
El oro se fortalece por varios factores macroeconómicos: expectativas de recortes en las tasas de la Reserva Federal, un dólar más débil y compras continuas de bancos centrales, condiciones que aumentan su atractivo como activo de refugio. Estas dinámicas hacen del oro una cobertura frente a la inflación y riesgos geopolíticos, atrayendo tanto a inversores minoristas como institucionales.
Perspectivas, voces del mercado y diversificación
Las interpretaciones del mercado son variadas: JPMorgan estima que Bitcoin podría superar al oro en la segunda mitad de 2025 si las compras corporativas y la adopción institucional se aceleran, mientras que Peter Schiff destaca la ventaja de rendimiento del oro frente a Bitcoin en el corto plazo. Además, actores del ecosistema cripto, como firmas de stablecoins, incrementan su exposición al oro como forma de diversificación, lo que añade matices a la comparación entre ambos activos.
Riesgos y señales a monitorear
Las principales señales a seguir son la volatilidad de Bitcoin, la política monetaria y los flujos institucionales. La alta volatilidad de la criptomoneda puede generar recuperaciones rápidas, las decisiones sobre tipos y compras de reservas impulsan al oro, y los movimientos de ETFs y tesorerías corporativas definirán tendencias relativas entre ambos mercados.
Conclusión
La caída en las búsquedas no indica un fracaso de Bitcoin, sino un cambio temporal de atención hacia activos percibidos como refugio. La comparación entre oro y Bitcoin resalta diferencias en función, riesgo y madurez de mercado, por lo que la diversificación y el seguimiento de señales macro e institucionales siguen siendo elementos clave para inversores y actores interesados en soberanía financiera y descentralización.