A pesar del reciente recorte de tasas de interés del 0,25% anunciado por la Reserva Federal, la acción del mercado ha sido decepcionante para los inversores alcistas. El precio de Bitcoin continúa mostrando signos de debilidad estructural, consolidándose cerca de los 90.000 dólares tras fracasar repetidamente en sus intentos por recuperar el precio promedio ponderado por volumen mensual. Según el analista de mercado Darkfost, esta incapacidad para superar la barrera de los 93.000 dólares no es casualidad, sino el resultado directo de una falta de combustible financiero en el ecosistema.
Los datos fundamentales revelan un escenario preocupante para el corto plazo, donde la demanda real parece haberse evaporado. Las entradas de monedas estables ERC-20 a los intercambios, un indicador vital del capital disponible para comprar, se han desplomado drásticamente desde los 158.000 millones de dólares registrados en agosto hasta aproximadamente 76.000 millones este mes. Esta caída de casi el 50% en los flujos de entrada sugiere que el mercado carece de la fuerza necesaria para sostener un repunte significativo, dejando a los precios vulnerables ante cualquier incremento en la presión de venta.
Por otro lado, incluso las métricas de mediano plazo confirman que este deterioro no es un evento transitorio. El promedio de 90 días de estos flujos ha descendido de 130.000 millones a 118.000 millones de dólares, lo que ratifica una tendencia de contracción sostenida. Darkfost señala que los rebotes recientes observados en los gráficos no responden a una acumulación genuina o voraz, sino simplemente a pausas momentáneas en la venta, lo que genera rallies superficiales que se desvanecen rápidamente al encontrar la primera resistencia técnica importante.
¿Está la falta de capital fresco condenando al mercado a una corrección inminente?
La correlación directa entre la liquidez de las stablecoins y el desempeño del activo digital es innegable en este ciclo. Sin inyecciones de nuevo capital, el mercado se vuelve incapaz de defender niveles de soporte clave o de atacar nuevos máximos históricos con convicción. Trader Daan Crypto Trades observó que, aunque existe un imán de liquidez atractivo en la región de los 97.000 a 98.000 dólares, Bitcoin debe superar primero el obstáculo de los 94.000 dólares para desencadenar la expansión de volatilidad necesaria que permita alcanzar esos objetivos superiores.
Sin embargo, la estructura técnica actual sugiere que el camino de menor resistencia podría ser a la baja si no cambia la dinámica pronto. Tras la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), el precio formó un patrón de fallo de oscilación (SFP) al ser rechazado nuevamente en los 93.000 dólares. Este comportamiento técnico suele interpretarse como una señal de agotamiento de la tendencia, advirtiendo que los compradores están perdiendo el control momentáneo sobre la dirección del mercado frente a una economía incierta.
Además, se está gestando una formación de cuña ascendente bajista que podría activarse si el activo pierde el soporte de los 88.000 dólares. Una ruptura confirmada por debajo de este nivel implicaría un quiebre de estructura (BOS) bajista, exponiendo al mercado a un barrido de liquidez externa alrededor de los 84.000 dólares. El riesgo de visitar los mínimos trimestrales de 80.600 dólares se vuelve una posibilidad tangible si el soporte inmediato cede ante la falta de compradores agresivos.
¿Podrán los alcistas defender el soporte clave antes de una caída mayor?
A pesar del panorama sombrío pintado por la liquidez, algunos observadores mantienen una perspectiva optimista a largo plazo. El analista Captain Faibik sostiene que los movimientos actuales podrían interpretarse como sacudidas deliberadas diseñadas para eliminar a las «manos débiles» antes de la próxima fase alcista. Para validar esta tesis, es imperativo que Bitcoin asegure un cierre semanal sólido por encima de los 90.000 dólares, y preferiblemente cerca de los 93.000, para reconstruir la confianza técnica.
En conclusión, la batalla por la tendencia se definirá por la capacidad del mercado para atraer nuevos flujos de capital en los próximos días. Sin un aumento en la liquidez de las stablecoins, los repuntes seguirán siendo oportunidades de venta para los osos. Los operadores deberán vigilar de cerca la zona de los 88.000 dólares, ya que perder este nivel confirmaría la debilidad estructural latente, mientras que una ruptura firme sobre los 94.000 dólares podría finalmente abrir las puertas hacia la tan ansiada zona de los 98.000.
