BNB se sitúa por debajo del nivel de $900 en un contexto de fuerte descenso de la actividad on‑chain, mientras la cadena avanza en una serie de actualizaciones técnicas. La divergencia entre el precio y los indicadores de uso plantea preguntas sobre adopción real, riesgo para productos y demanda institucional, y sitúa el foco en la hoja de ruta de 2025‑2026.
La actividad operativa de la red presenta una contracción marcada, con transacciones diarias que han caído a 15,1 millones desde un pico de 31,3 millones observado el 8 de octubre de 2025, y una utilización de la red que se ha reducido del 51% al 19%. El volumen en exchanges descentralizados se ha contraído en 5.020 millones de dólares, mientras que el sector ligado a la cadena ha perdido aproximadamente 13,9 millardos de dólares, equivalentes al 6,3% de su capitalización.
El compromiso de desarrolladores muestra un deterioro más acentuado: la actividad on‑chain de desarrolladores se redujo en torno al 85% en junio de 2025, y los despliegues diarios de contratos inteligentes bajaron un 34,77% hasta 54.369. Aun cuando el interés abierto en futuros se mantiene estable, la caída en la construcción de producto indica un posible problema estructural para la diversificación del ecosistema y la sostenibilidad de la oferta de servicios DeFi.
Un factor distorsionador ha sido el auge de tokens especulativos: la cadena ha atraído a más de 100.000 traders on‑chain centrados en memecoins, actividad que ha desplazado liquidez desde competidores como Solana y puede provocar picos de precio que no reflejan mejoras fundamentales.
BNB por debajo de $900: caída de la actividad y señales de riesgo
La arquitectura técnica continúa recibiendo inversiones y cambios operativos. Las bifurcaciones duras Lorentz y Maxwell redujeron el tiempo de bloque de 3 segundos a 0,75 segundos, incrementando la capacidad hasta 6.000 transacciones por segundo (TPS) para transferencias nativas y manteniendo comisiones reducidas.
En la hoja de ruta se incluyen los hardforks Haber y Tycho, previstos para soportar la compatibilidad con la actualización “Cancun” de otra gran cadena, además de mejorar la diversidad de clientes con ejecuciones en Rust como Reth. La estrategia apunta a introducir características de seguridad orientadas a usos institucionales, como abstracción de cuenta y rotación de claves. Asimismo, está prevista la migración de funciones desde la BNB Beacon Chain hacia la BNB Smart Chain, con la desactivación de la Beacon Chain programada para diciembre de 2024.
Regulación y contexto de mercado también influyen en la dinámica. La presentación de un ETF de BNB por parte de un gestor institucional en mayo de 2025 podría atraer mayor supervisión regulatoria, mientras que condiciones macroeconómicas —como cambios en tipos de interés y flujos hacia deuda pública— afectan a la presión sobre activos digitales.
BNB enfrenta un doble desafío: restablecer la actividad orgánica y convertir las mejoras técnicas en uso real y confianza institucional. La próxima validación del mercado llegará con la ejecución de las actualizaciones Haber y Tycho durante 2025‑2026; su adopción medirá si la modernización técnica revierte la caída en compromiso y liquidez.
