El presidente Nayib Bukele ordenó una masiva compra de reservas de Bitcoin para El Salvador por un valor de $100 millones en una sola jornada, aprovechando una significativa caída del precio por debajo de los $90.000. La operación, ejecutada el 18 de noviembre de 2025, añadió alrededor de 1.090 a 1.098 BTC a las arcas nacionales, lo que refuerza la audaz estrategia estatal de acumulación. Esta inversión sitúa al activo digital aún más en el centro del balance fiscal del país y del debate con organismos multilaterales, por lo que la administración de Bukele mantiene firme su apuesta por la criptomoneda.
La adquisición del 18 de noviembre fue un movimiento táctico que desembolsó más de $100 millones, ejecutada precisamente durante un retroceso del mercado. Tras esta operación, las reservas de Bitcoin nacionales alcanzaron la cifra aproximada de 7.474 BTC, valoradas en más de $676 millones al momento de la transacción. El portafolio soberano no solo aumentó su volumen, sino que también muestra plusvalías no realizadas, estimadas en un rango de $357 a $400 millones sobre una inversión inicial de aproximadamente $292 millones. Esto implica una revalorización acumulada cercana al 132,35% desde la inversión inicial.
La operación se enmarca dentro de una política sistemática de acumulación que incluye la estrategia conocida como dollar-cost-averaging, o la compra diaria de una unidad de Bitcoin desde noviembre de 2022. Esta táctica busca promediar el coste de adquisición y mitigar la volatilidad del mercado, además de complementar la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal desde septiembre de 2021. No obstante, la compra subraya la exposición directa del balance soberano a la alta volatilidad de Bitcoin, ampliando la correlación entre la posición fiscal del país y el movimiento del precio del activo en la blockchain.
El Ejecutivo ha defendido su postura argumentando que la adopción y las reservas de Bitcoin buscan mejorar la inclusión financiera para la población y abaratar los costos de las remesas enviadas al país. Además, ha promovido proyectos de infraestructura vinculados, como la propuesta de una «Bitcoin City» alimentada con energía geotérmica del volcán Conchagua. Por otra parte, datos de principios de 2024 indican que el uso cotidiano de la criptomoneda es limitado, ya que el 8,1% del total de transacciones se realizan en Bitcoin, lo que revela una brecha entre la estrategia estatal y la adopción popular.
¿Continuará el Pulso con el FMI por las Reservas de Bitcoin?
La decisión de aumentar las reservas de Bitcoin ocurre a pesar de las reservas manifestadas por organismos como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que solicitó limitaciones a las nuevas compras en el contexto de negociaciones crediticias. Sin embargo, el gobierno salvadoreño continuó su política y, de hecho, completó un pago de deuda de $800 millones, lo que complicó las previsiones de impago que algunos informes señalaban. Por ende, las compañías y los inversores internacionales siguen de cerca la tensión entre la política fiscal de El Salvador y las peticiones de supervisión del FMI.
El aumento de $100 millones en las reservas de Bitcoin refuerza la apuesta estatal por el activo y sitúa la gestión de las reservas en una encrucijada entre la innovación tecnológica y el riesgo fiscal percibido. La atención del mercado y los analistas se centrará en la evolución verificada de estas reservas de Bitcoin y la transparencia en su contabilidad, ya que estos movimientos definen el camino de una economía totalmente digitalizada. Además, las negociaciones futuras con los organismos multilaterales sobre las condiciones de financiación y supervisión serán el próximo hito clave a observar.
