Charles Hoskinson respondió a las críticas sobre el bajo rendimiento de Cardano en DeFi y la inactividad de los titulares de ADA, proponiendo cambios en la gestión del tesoro y una hoja de ruta para integrar liquidez externa. La discusión impacta a desarrolladores, inversores institucionales, equipos de producto y reguladores por sus implicaciones sobre liquidez, gobernanza y riesgos de mercado. El debate cobró fuerza en junio de 2025 tras proponer convertir entre un 5–10% del tesoro en activos líquidos para reactivar el ecosistema.
El punto central es el contraste entre la base de usuarios y la liquidez: Cardano registra más de 1,3 millones de stakers de ADA, pero su TVL —valor total bloqueado en protocolos DeFi— ronda apenas entre $271 y $373 millones, cifras inferiores a las cadenas competidoras.
Hoskinson atribuye esa brecha a “inercia humana” y fallos de coordinación en la gobernanza, más que a limitaciones técnicas del consenso Ouroboros o de las soluciones de escalado como Hydra, que se proyectan capaces de superar 10.000 transacciones por segundo.
Para inyectar liquidez, Hoskinson planteó diversificar el tesoro de Cardano, que contiene aproximadamente $1,2 billion en ADA, con una asignación indicativa cercana a $100 millones (5–10%) hacia Bitcoin y stablecoins. La operación se diseñaría usando una estrategia TWAP (Time‑Weighted Average Price) para minimizar el impacto de mercado.
Repercusiones en el mercado de Cardano
La propuesta generó debate comunitario y provocó una caída temporal en el precio de ADA, según reportes de ese periodo. Paralelamente, la estrategia externa propone convertir a Cardano en una capa DeFi relevante para Bitcoin mediante protocolos como Cardinal, la incorporación de Ordinals vía BitVMX y exploraciones de merged mining, pasos que Hoskinson calificó como “alive, on‑chain, and ready to scale”.
Internamente, el llamado fue a fortalecer liderazgo y coordinación; la fundación y otros actores han anunciado iniciativas de liquidez y aceleradoras para atraer desarrolladores y proyectos como Minswap, USDM y Lace Wallet.
La combinación de reequilibrio del tesoro y foco en Bitcoin DeFi podría aumentar la liquidez disponible y atraer capital, pero implica riesgos: exposición a la volatilidad de BTC, mayor escrutinio regulatorio sobre holdings en stablecoins y la necesidad de transparencia operativa para evitar movimientos que afecten precios.
Si prospera la coordinación gubernativa, Hoskinson estima que Cardano podría escalar su TVL potencialmente hasta $5–10 billion; ese crecimiento depende, no obstante, de la participación activa de la comunidad y de la ejecución técnica y de mercado.
La ejecución de propuestas de tesorería y pruebas de integración con Bitcoin previstas en la hoja de ruta para 2025; la implementación y la reacción del mercado marcarán el siguiente punto de inflexión en la adopción y liquidez de Cardano.
