Ripple anunció una inversión estratégica de $500M liderada por Fortress Investment Group y Citadel Securities el 5 de noviembre de 2025, elevando su valoración a $40B. La operación refuerza la entrada de capital tradicional en infraestructura cripto y despierta interés entre instituciones, equipos de producto y cumplimiento porque condiciona decisiones sobre custodia, stablecoins y prime brokerage.
La inyección de $500M coincide con una expansión de productos más allá de pagos hacia custodia, stablecoins y servicios de corretaje para instituciones. Además de Fortress y Citadel, participaron otros inversores institucionales como Pantera Capital, Galaxy Digital, Brevan Howard y Marshall Wace, según el comunicado de la empresa.
La dirección de Ripple señaló que la compañía “no necesitaba estrictamente” el capital, posicionando la operación como un respaldo estratégico más que una urgencia de liquidez.
Ripple ha completado adquisiciones relevantes —Metaco, Hidden Road y GTreasury— y repatrió más del 25% de sus acciones en circulación, movimientos que, de acuerdo con la dirección, buscan consolidar una plataforma integrada para clientes institucionales.
La repercusión de Ripple y su stablecoin
Su stablecoin, Ripple USD (RLUSD), superó en menos de un año una capitalización de $1B, y la plataforma de pagos ha procesado más de $95B en volumen, según datos de la compañía. “This investment reflects both Ripple’s incredible momentum,” declaró Brad Garlinghouse, CEO, subrayando la intención estratégica del movimiento.
La entrada de firmas como Citadel y Fortress reduce la fricción de confianza entre custodios y tesorerías corporativas, facilitando evaluaciones y pilotos con proveedores cripto. El respaldo mitiga el riesgo de financiación y puede acelerar el despliegue de productos como prime brokerage y servicios de liquidez.
Convertir este capital y las adquisiciones en adopción operativa escalable para RLUSD, servicios de custodia y Ripple Prime; la ejecución técnica, la integración con custodios certificados y la adaptación al marco regulatorio serán determinantes para que la inversión se traduzca en mayor uso institucional y cumplimiento.
