Roger Ver, uno de los primeros y más vocales inversores de Bitcoin, se encuentra en negociaciones avanzadas con el Departamento de Justicia de EE. UU. (DOJ) para resolver las acusaciones en su contra. Según informes basados en documentos judiciales, se busca un acuerdo de culpabilidad en el caso de evasión fiscal de Roger Ver. Este giro se produce meses después de su arresto en España por cargos que alegan una evasión de impuestos de casi $50 millones de dólares.
Los cargos contra Ver, apodado «Bitcoin Jesus» por su evangelismo temprano de la criptomoneda, son graves y complejos. La acusación formal, presentada por un gran jurado federal, incluye tres cargos de fraude postal, dos de evasión fiscal y tres de presentar declaraciones de impuestos falsas.
El Departamento de Justicia alega que Ver ocultó información crucial a sus asesores legales y fiscales. Esta acción resultó en una subvaloración de sus activos en criptomonedas y, consecuentemente, en el impago de al menos $48 millones en impuestos. Todo comenzó después de que renunciara a su ciudadanía estadounidense en 2014, un acto que legalmente lo obligaba a declarar las ganancias de capital de sus activos a nivel mundial.
¿El Fin de una Larga Disputa Legal?
El centro de la disputa se remonta a la expatriación de Ver. Al renunciar a su ciudadanía, estaba obligado a pagar un «impuesto de salida» sobre las ganancias de capital de sus bienes, que incluían una cantidad masiva de Bitcoin. La acusación sostiene que Ver proporcionó información engañosa sobre sus tenencias reales de criptomonedas. Específicamente, se alega que él y sus dos compañías, MemoryDealers y Agilestar, poseían aproximadamente 131,000 BTC, pero declararon una cantidad significativamente menor. Años más tarde, en 2017, Ver habría vendido decenas de miles de estos bitcoins por unos $240 millones, omitiendo declarar estas ganancias al IRS, a pesar de que sus empresas seguían siendo corporaciones estadounidenses.
Este caso es emblemático y subraya la creciente atención de las autoridades fiscales sobre los activos digitales. Demuestra que la renuncia a la ciudadanía no exime de las obligaciones fiscales con Estados Unidos, especialmente si se mantienen vínculos corporativos. Para la industria cripto, el desenlace del caso de evasión fiscal de Roger Ver podría establecer un precedente importante. Refuerza el mensaje de que la era de la ambigüedad regulatoria está llegando a su fin y que el cumplimiento fiscal es ineludible, sin importar la complejidad de los activos o el estatus de ciudadanía del inversor.
El posible acuerdo sugiere que Ver podría estar buscando una resolución para evitar un juicio prolongado y una posible extradición a Estados Unidos. Aunque los términos exactos del pacto aún no se han hecho públicos, se especula que implicaría el pago de una suma considerable, probablemente cercana a los $48 millones adeudados. La resolución final de este caso será observada de cerca por toda la comunidad de criptomonedas. Mientras tanto, el futuro de una de las figuras más controvertidas y pioneras del ecosistema cripto pende de un hilo, a la espera de una decisión judicial que podría redefinir las reglas del juego para muchos.