El token ADA atraviesa un momento crítico cotizando cerca de sus niveles más bajos del año, con una pérdida acumulada aproximada del 24% en el último mes. Según los análisis de mercado más recientes, la actual tendencia bajista de Cardano no solo responde al volumen de ventas, sino a un deterioro técnico significativo. Los datos de liquidación y comportamiento on-chain son clave para entender el próximo movimiento del activo.
En un lapso de apenas dos meses, el activo ha completado dos patrones de continuación bajista distintos, lo que ejerce una presión renovada sobre la gráfica de precios global. El primer quiebre se materializó a principios de noviembre tras la formación de una bandera bajista, provocando una caída del 38% desde el máximo de dicha estructura técnica. Esta repetición de patrones técnicos negativos sugiere que los vendedores mantienen el control total del mercado.
Posteriormente, tras una breve fase de consolidación, se desarrolló una segunda bandera bajista entre finales de noviembre y principios de diciembre, confirmando la ruptura el día 11. Cuando los mercados imprimen patrones de continuación repetidos sin una recuperación significativa, esto señala un dominio sostenido de la oferta en lugar de ventas de pánico aisladas por miedo. Si este desglose sigue la lógica del movimiento medido anterior, los objetivos apuntan a zonas inferiores.
Dinámicas del mercado de derivados y comportamiento de los tenedores a largo plazo
No obstante, existen factores que podrían mitigar el riesgo de una caída libre, específicamente en el mercado de derivados monitoreado por la plataforma Gate. El apalancamiento en largo es actualmente escaso, situándose cerca de los 27 millones de dólares, frente a una exposición en corto cinco veces mayor de 135 millones. Al haber menos posiciones largas apalancadas, se reduce drásticamente la probabilidad de una cascada de liquidaciones forzadas.
Por otra parte, la cohorte de inversores de convicción, aquellos que mantienen el activo entre uno y dos años, ha frenado sus ventas drásticamente. Según métricas de Santiment, el movimiento de monedas de este grupo cayó un 99.6% desde el 10 de diciembre, pasando de más de 660 millones a menos de 3 millones de ADA. Esta reducción en el gasto indica que la presión de venta de los tenedores comprometidos se está agotando.
¿Será suficiente el soporte actual para evitar un desplome hacia los 0.25 dólares?
El nivel de 0.36 dólares se erige como el soporte inmediato más importante, coincidiendo con los clústeres de liquidación identificados en los mapas de calor recientes. Un quiebre limpio por debajo de esta zona abriría la puerta hacia los 0.33 dólares y, eventualmente, validaría el objetivo técnico de 0.25 dólares en el corto plazo. La fragilidad del gráfico exige que los alcistas defiendan esta zona para evitar una capitulación mayor.
Para revertir esta perspectiva negativa, el activo necesitaría recuperar con fuerza el nivel de 0.48 dólares, lo cual anularía la estructura bajista vigente en la economía del token. Mientras tanto, las recuperaciones actuales se consideran meramente correctivas dentro de una tendencia macro descendente que aún no encuentra suelo firme en el gráfico. El mercado permanece en alerta máxima ante la posibilidad de probar nuevos mínimos si la demanda no reacciona.
