El presidente de Argentina, Javier Milei, enfrenta un momento judicial complejo. La justicia federal ordenó realizar un peritaje clave a su teléfono celular. Esta medida forma parte de una causa que lo investiga por presunta estafa y participación en un esquema Ponzi. El caso se centra en la promoción de la plataforma de inversión en criptomonedas CoinX, realizada por Milei antes de asumir la presidencia.
La decisión fue impulsada por la fiscalía federal N° 10 de Buenos Aires. Busca determinar el vínculo del ahora mandatario con los responsables de CoinX. La plataforma dejó de pagar a sus inversores en 2022, generando numerosas denuncias. Los fiscales quieren acceder a los intercambios de mensajes entre Milei, su hermana Karina Milei (actual Secretaria General de la Presidencia) y el entorno de la firma. El peritaje técnico intentará recuperar toda la información relevante de los dispositivos, incluso si fue borrada.
¿Qué busca la justicia en el teléfono del presidente Milei?
La investigación al teléfono de Javier Milei se enfoca en su rol como promotor. El mandatario había recomendado públicamente a CoinX en sus redes sociales. Aseguraba que ofrecía rentabilidades muy superiores a las del mercado, lo que atrajo a muchos inversores que luego perdieron su dinero. La fiscalía sospecha que Milei pudo haber tenido conocimiento de la naturaleza fraudulenta del negocio. Por lo tanto, el análisis de sus comunicaciones es crucial para esclarecer si su participación fue más allá de una simple publicidad.
Este caso reaviva el debate sobre la responsabilidad de figuras públicas al promocionar activos de riesgo. Antes de su giro hacia la política y de impactar en la economía del país, Milei era conocido por su faceta de economista mediático. Su apoyo a CoinX se basó en esa credibilidad, lo que agrava las implicaciones de la acusación. La defensa del presidente argumenta que él simplemente prestó un servicio de difusión, sin ser parte del presunto fraude.
El pasado de Milei como promotor de criptomonedas lo persigue
Las consecuencias de este escándalo son significativas. Para el mercado de activos digitales en Argentina, genera un precedente sobre la regulación publicitaria y la protección al inversor. Para el presidente, representa un desafío a su imagen pública y política. El caso se inició mucho antes de su llegada al poder, pero la investidura presidencial no detuvo el curso de la justicia, que ahora avanza sobre sus comunicaciones personales.
El futuro de la causa dependerá de los hallazgos en el peritaje. Si se encuentran pruebas de un vínculo directo y consciente con la estafa, la situación judicial de Javier Milei podría complicarse seriamente. Por ahora, el mercado observa con atención cómo el pasado del mandatario en el mundo cripto impacta su presente como jefe de Estado, en medio de un complejo contexto de reformas estructurales en el país.