Puntos clave de la noticia
- Justin Bons, de Cyber Capital, critica el impacto de las soluciones de Layer 2 (L2) en Ethereum tras la implementación de EIP-4844.
- Afirma que ETH está perdiendo relevancia mientras que las L2 están fragmentando el ecosistema y centralizando el control.
- Bons expresa poca esperanza para el futuro de ETH, acusando a su liderazgo de sacrificar la descentralización en favor de intereses de capital.
En un análisis crítico reciente, Justin Bons, fundador y Director de Inversiones de Cyber Capital, lanzó duras críticas hacia la situación actual de Ethereum.
Según Bons, Ethereum está experimentando una disminución significativa en sus ingresos por comisiones debido a la implementación de EIP-4844, también conocida como Proto-Danksharding.
1/9) Ethereum is dying while L2's dance on its grave
ETH cannot sustain high fee revenue because it lacks the capacity
At the same time, L2s are seeing record highs in usage & fees while they lobby to keep ETH's capacity down!
That is what makes it a parasitic relationship: 🧵
— Justin Bons (@Justin_Bons) August 26, 2024
Esta disminución, argumenta, se debe a que las soluciones de Layer 2 (L2) han capturado una gran parte de las comisiones que anteriormente sostenían la red de Ethereum, lo que ha llevado a un aumento en la inflación dentro del ecosistema.
Bons sostiene que esta dinámica ha fragmentado el ecosistema de Ethereum, debilitando la liquidez y la composabilidad que son esenciales para el funcionamiento fluido de la red.
Además, cuestiona la verdadera descentralización de las L2, señalando que muchas de las principales soluciones L2 son altamente centralizadas, con el potencial de censurar o incluso apropiarse de los fondos de los usuarios.
Para Bons, esto contradice los principios de descentralización que originalmente se utilizaron para justificar la hoja de ruta de escalado de Ethereum.
El análisis de Bons también critica la falta de gobernanza en la cadena dentro de la comunidad de Ethereum, lo que, según él, ha llevado a una captura centralizada del control sobre el desarrollo de la red.
Desde su perspectiva, esta falta de gobernanza efectiva ha permitido que las entidades de L2 influyan desproporcionadamente en el rumbo de Ethereum, creando un conflicto de intereses donde estas soluciones de capa 2 tienen incentivos para mantener la red principal limitada para proteger su propio mercado.
Un futuro incierto para Ethereum
La visión de Bons sobre el futuro de Ethereum es pesimista.
Afirma que la dominancia de las L2 ha hecho imposible un retorno al escalado de la red en la capa 1 (L1), y sugiere que cualquier avance tecnológico en L1 podría hacer obsoletas a las L2, lo que desplomaría sus precios de tokens y acciones de manera abrupta.
Sin embargo, cree que este escenario es poco probable debido a los intereses creados que ahora dominan el ecosistema.
Bons argumenta que las L2 están esencialmente «robando» usuarios y comisiones a Ethereum, operando bajo la pretensión de ser una extensión de la red principal cuando, en realidad, actúan más como competidores o, en el peor de los casos, como parásitos que están drenando la vida de Ethereum.
Según su análisis, las L2 podrían eventualmente migrar hacia su propia independencia o convertirse en nuevas capas 1, dejando a Ethereum en un estado de declive.
En sus conclusiones, Bons expresa una profunda desilusión con el liderazgo de Ethereum, al que acusa de haber «vendido» la red a las L2, sacrificando la descentralización y la integridad del proyecto original en favor de intereses capitalistas.
Esta visión crítica pone en duda el futuro de Ethereum como la plataforma líder en el espacio de las criptomonedas, sugiriendo que ha perdido su rumbo en el proceso de adaptación a un ecosistema cada vez más dominado por intereses privados.