Francia ha reforzado la lucha contra el blanqueo en los exchanges de criptomonedas, inspeccionando a Binance y a Coinbase justo antes de conceder o negar las licencias europeas que exige MiCA. La decisión condiciona la entrada en el mercado único y afecta a clientes y prestadores de servicios de activos digitales en la UE. La postura francesa pone bajo presión el sistema de passporting en el que un solo permiso permite operar en toda la Unión.
Las autoridades francesas han empezado una revisión minuciosa de cumplimiento AML que une la norma nacional y la Quinta Directiva AML de la UE. Los inspectores exigen identificar a los clientes con documentos oficiales, comprobar de dónde sacan el dinero y cómo lo ganan (SOW y SOF), y vigilar cada transacción para avisar con un SAR cuando detecten algo raro. El objetivo es evitar que cada país aplique unas reglas distintas dentro de un mercado que debería ser el mismo para todos.
Binance y Coinbase bajo la mirada de Francia
Binance recibe la inspección en su peor momento: la plataforma aparece en causas penales y las autoridades francesas afirman que “los controles internos fueron flojos entre 2019 y 2024”. La revisión se ha vuelto una amenaza directa para seguir operando en la UE, y Francia avisa que, si lo considera necesario, no reconocerá la licencia que otro país haya concedido, rompiendo el sistema de ‘passporting’.
Coinbase vive una situación distinta: ya tiene licencia MiCA y trasladó la sede europea a Luxemburgo, en una jugada interpretada como apuesta por adelantarse a la norma. Aun así, Francia también la revisa, aunque la trata como una supervisión de rutina, sin causas penales de por medio.
MiCA empezó en junio de 2023 y se aplica del todo desde el 30 de diciembre de 2024; nació para que todos los países pidan lo mismo y para que valga un solo pasaporte. La actitud francesa rompe ese esquema: si París deja de aceptar licencias ajenas, la armonización se queda en papel y el mercado se parte.
Las revisiones francesas generan consecuencias distintas. Para Binance, el desenlace puede ser multas, límites o expulsión del mercado UE. Para Coinbase, la estrategia de cumplimiento se valida, aunque seguirá afrontando costes de supervisión. En el mercado, cumplir se encarece y se resquebraja si cada país va por libre. Para los usuarios, habrá más preguntas al abrir cuenta y, quizá, menos productos o stablecoins disponibles en la UE de inmediato.