La red Ethereum ha dado un paso crucial hacia su próxima gran evolución. La actualización Fusaka y la escalabilidad de Ethereum continúan su cronograma, tras completar con éxito la prueba en la red de pruebas Holesky el 1 de octubre. Según la hoja de ruta de la Ethereum Foundation, la activación en la red principal está programada para el 3 de diciembre de 2025, marcando un hito para validadores y soluciones de capa 2.
Fusaka está diseñada para optimizar radicalmente la disponibilidad de datos para los rollups de capa 2. El cambio más significativo es la implementación de EIP-7594, conocido como PeerDAS (Peer Data Availability Sampling). Esta tecnología permite a los nodos verificar que los datos están disponibles mediante un muestreo de fragmentos, en lugar de descargar y almacenar todo el contenido.
Este avance, según los desarrolladores, eleva el rendimiento efectivo por un factor de ocho. Además, la actualización introduce otros EIPs clave como el EIP-7702 para la abstracción de cuentas y el EIP-7251, que aumenta el balance efectivo máximo de los validadores, fortaleciendo la seguridad de la Blockchain. El cronograma post-lanzamiento incluye dos fases adicionales para incrementar la capacidad de blobs el 17 de diciembre de 2025 y el 7 de enero de 2026.
El principal objetivo de Fusaka es mejorar la eficiencia sin comprometer la descentralización. Al implementar PeerDAS, se reduce la carga de los nodos, permitiendo que más participantes puedan verificar la red con requisitos de hardware menos exigentes. Este enfoque soluciona uno de los mayores cuellos de botella para la escalabilidad. Para garantizar una transición segura, la Ethereum Foundation ha lanzado una competición de auditoría en la plataforma Sherlock. La iniciativa ofrece un fondo de premios de 2 millones de dólares para incentivar a los investigadores a encontrar posibles vulnerabilidades antes de que la actualización llegue a la red principal, reforzando la confianza en el ecosistema.
Fusaka: Oportunidades y Desafíos para el Ecosistema
Las implicaciones de esta actualización son profundas y variadas. Para las soluciones de capa 2, Fusaka promete una reducción sustancial de costos operativos, ya que los blobs (paquetes de datos temporales) serán más eficientes y económicos. Esto podría traducirse en comisiones por transacción más bajas para los usuarios finales, acelerando la migración de la actividad desde la red principal hacia los rollups. Para los validadores y custodios institucionales, reduce costos operativos y de validación, aunque introduce nuevos requisitos de coordinación técnica durante el despliegue.
Sin embargo, la implementación de Fusaka no está exenta de riesgos. El aumento significativo en la capacidad de datos y el límite de gas por bloque amplía los vectores de ataque, como los ataques de denegación de servicio (DoS). La complejidad de la migración también representa un desafío operativo para las infraestructuras críticas que operan sobre Ethereum. Por ello, los equipos de producto y compliance deben supervisar de cerca la transición para mitigar riesgos técnicos y regulatorios, asegurando que la estabilidad de la red no se vea comprometida.
El camino hacia la implementación final está claramente trazado. Con la prueba de Holesky superada, las próximas fases en las redes de prueba Sepolia y Hoodi serán determinantes. Finalmente, el próximo hito operativo será la activación en la red principal el 3 de diciembre. El éxito a largo plazo de Fusaka dependerá del rendimiento de PeerDAS en un entorno de producción masivo y de la capacidad de los operadores del ecosistema para adaptarse a esta nueva arquitectura sin afectar la seguridad ni la descentralización que caracterizan a Ethereum.