El gobernador de la Reserva Federal, Christopher Waller, dijo que Bitcoin y otras criptomonedas ya forman parte de los sistemas de pago y financieros. Esa frase marca un cambio en la postura pública del banco central y beneficia a reguladores, fintechs, emisores de stablecoins e inversores institucionales, porque abre la posibilidad de acceder directamente a las cámaras de compensación. Además, Waller presentó la idea de “skinny master accounts”, cuentas de pago para que fintechs y emisores de stablecoins se conecten sin bancos intermediarios.
La Reserva Federal deja de mirar desde afuera y empieza a integrar la presencia de criptoactivos, al reconocer su participación en los sistemas de pago y financieros y al esbozar una vía de acceso directo a sus infraestructuras. El planteo abre la puerta a una relación más directa entre actores no bancarios y las cámaras de compensación.
Waller presentó las “skinny master accounts” como cuentas con acceso limitado para actores no bancarios, diseñadas para que fintechs y emisores de stablecoins puedan liquidar operaciones directas sin convertirse en bancos completos. Según Waller, el objetivo es fomentar la innovación y la competencia en los servicios de pago.
Las reglas concretas buscan equilibrar innovación y estabilidad: no pagarán intereses, no permitirán sobregiros durante el horario de compensación y tendrán un límite máximo de saldo. Con estas restricciones, se protege el balance de la Fed y la estabilidad del sistema.
Postura de la Fed y detalles de las skinny accounts
El cambio se relaciona con la adopción institucional de Bitcoin: Waller mencionó empresas que guardan BTC como reserva estratégica y citó la ley SB21 de Texas, que crea una reserva pública de Bitcoin. También destacó el aumento de la capitalización de Bitcoin y cómo los grandes tenedores han acumulado tantos BTC que la oferta disponible en el mercado se percibe más escasa, afectando la forma en que reguladores y responsables de política monetaria lo evalúan.
El respaldo oficial impulsa a más empresas a guardar criptomonedas en tesorería y a más proveedores de pago a aceptarlas, acelerando su integración operativa. Además, el acceso directo a las cámaras de compensación elimina pasos en la liquidación y puede mejorar la eficiencia, aunque no elimina la volatilidad inherente de los criptoactivos.
El próximo paso es esperar la norma y los lineamientos técnicos que publique la Fed sobre esas cuentas, documento que fijará el calendario para empezar a usarlas y precisará si hacen falta ajustes en las leyes federales o estatales.