Japón ha sido bastante acogedor con la comunidad de la criptomoneda, pero parece que las preguntas sobre criptografía en su conjunto de parte de los inversores se están desacelerando. La Industria de Servicios Financieros japonesa publicó un informe el 16 de noviembre, mostrando las investigaciones para el tercer trimestre de este año. En su informe, estos números han pasado de 1.602 a 1.231.
Según el regulador, hubo 418 casos que calificaron como preguntas generales y 398 casos relacionados con los resultados de diversos contratos y transacciones. El resto de los casos no fueron anotados en el documento publicado.
Parece que el interés en la criptomoneda ha disminuido rápidamente hasta 2018, según la información proporcionada por la FSA. Finance Feeds, un medio de noticias para Fintech, incluso comentó que hubo un aumento en las consultas a principios de 2018, que ascendió a 3,559 solicitudes.
Los dos principales hacks de criptomonedas que ocurrieron el año pasado podrían tener algo que ver con los problemas. En enero, Coincheck perdió 523 millones en NEM, lo que representa aproximadamente $ 534 millones en ese momento. Meses más tarde, en septiembre, los hackers fueron tras el intercambio de criptomonedas Zaif para robar $ 59 millones.
Después del ataque de septiembre, la Asociación de Cambio de Moneda Virtual de Java (JVCEA) decidió hacer sus reglas más estrictas. El organismo de autorregulación, que es un grupo de los 16 intercambios con licencia para funcionar en Japón, decidió crear un límite en la cantidad de monedas digitales que los inversores tienen la opción de administrar en línea. La restricción parece ser para cualquier cambio.
Más tarde, en octubre, la FSA asignó a JVCEA el derecho a autorregularse, y agregó que su función era crear reglas a favor de proteger los activos para los clientes. También se les instruyó para crear reglas sobre el lavado de dinero (AML) y proporcionar directrices específicas para el funcionamiento de los intercambios de criptomonedas.
