Monad (MON) frenó su ascenso tras el fuerte debut y muestra señales de consolidación, con actividad concentrada entre grandes tenedores. La retirada de oferta de los exchanges y posiciones apalancadas de ballenas están comprimiendo la liquidez, mientras más de la mitad del suministro permanece bloqueado hasta Q4 2029.
Tras el airdrop y el estreno en mercados, MON experimentó una subida del 70% y osciló entre $0.02 y $0.035 en los momentos de mayor volatilidad. Los indicadores on‑chain muestran ahora una presión de venta minorista en declive y movimientos contrapuestos por parte de grandes actores: cerca de $919.000 en MON fueron absorbidos por grandes carteras, y un único retiro desde un exchange centralizado movió 73,36 millones de MON, valorados en aproximadamente $3 millones, hacia custodia privada.
El flujo neto spot negativo significa que más tokens están saliendo de los exchanges que entrando; el spot netflow es el balance entre depósitos y retiradas en plataformas centralizadas.
Paralelamente, se han abierto posiciones de futuros apalancadas 3x sobre 171,6 millones de MON, valoradas en $5,6 millones, que reportaban una ganancia flotante cercana a $2 millones en el momento del análisis. Esa combinación de retiradas y apalancamiento puede sostener niveles de precio a corto plazo, pero aumenta el riesgo de movimientos amplificados si cambia el sentimiento.
Tokenomics y fundamentos de Monad (MON)
Monad nació con un suministro total de 100.000 millones de MON, de los cuales 50,6% están sujetos a lock‑ups significativos con liberación completa prevista para Q4 2029. El diseño económico reduce oferta circulante visible a corto/medio plazo y constituye una variable clave para la formación de pisos de precio.
La red se posiciona como una capa 1 de alto rendimiento con compatibilidad EVM, capacidad diseñada para 10.000 TPS y finalización de bloques en 0,8 s, y el token MON actúa como gas, colateral de seguridad y voto en gobernanza.
El staking ofrece rendimientos anualizados en el rango 8–12%, y existen opciones de staking líquido (por ejemplo, a través de Magma) que permiten obtener recompensas optimizadas por MEV manteniendo cierta liquidez.
La pausa en el precio de MON refleja una fase de recalibración donde las ballenas comprimen oferta y despliegan apalancamiento que puede sostener una recuperación, aunque incrementa la sensibilidad a cambios de flujo.
