Monica Long, presidenta de Ripple, afirmó recientemente que los activos estables dejarán de ser experimentales para convertirse en una capa fundamental de las finanzas globales en los próximos dos años. Según sus proyecciones sobre la adopción de stablecoins en 2026, esta clase de activos pasará de proyectos piloto a una producción a gran escala, integrándose directamente en los sistemas de pago tradicionales utilizados por bancos y corporaciones.
Los desarrollos recientes de gigantes de pagos tradicionales evidencian que las monedas estables se están «conectando» definitivamente en los sistemas incumbentes existentes, validando su utilidad real. Long señala que la decisión de Visa y Stripe de liquidar con USDC marca un punto de inflexión decisivo donde los rieles basados en blockchain se adoptan dentro de los flujos corporativos, dejando de operar en paralelo para convertirse en el estándar operativo.
Asimismo, se espera que para el año 2026, estos activos digitales se integren completamente con los rieles financieros heredados, estableciéndose como el mecanismo de liquidación predeterminado. La ejecutiva añadió que los pagos transfronterizos serán probablemente la primera área donde esta tecnología emerja como la norma, eliminando las fricciones históricas y reduciendo significativamente los tiempos de espera y costos asociados a las transferencias internacionales convencionales.
La eficiencia del capital corporativo como motor principal
Aunque el crecimiento inicial estuvo dominado por el comercio minorista, se anticipa que los pagos de empresa a empresa (B2B) liderarán la próxima fase de expansión masiva del sector. Actualmente, los pagos B2B ya representan la mayoría de los flujos, una tendencia que se acelerará exponencialmente a medida que las corporaciones busquen ganancias de eficiencia operativa y mejoras sustanciales en la gestión de su liquidez diaria.
Más allá de una liquidación más rápida, el impacto en los balances corporativos será transformador, especialmente en regiones como Europa donde grandes sumas permanecen inmovilizadas en cuentas por cobrar. Long estima que 1,3 billones de euros continúan atrapados en capital de trabajo, una cifra masiva que las monedas estables tienen el potencial de desbloquear mediante la liquidación en tiempo real y una gestión del flujo de efectivo optimizada.
¿Qué papel jugarán los bancos en esta nueva infraestructura?
El sector está experimentando un cambio estructural profundo, pasando de ser una clase de activo alternativo y especulativo a convertirse en la capa operativa esencial de las finanzas modernas. Se proyecta que los balances institucionales tendrán más de 1 billón de dólares en activos tokenizados y digitales para finales de 2026, impulsados por marcos regulatorios claros como el reglamento MiCA de la Unión Europea que brindan seguridad jurídica.
Finalmente, a medida que crece el interés institucional, es probable que aumente la consolidación en la infraestructura cripto, particularmente impulsando fusiones en los servicios de custodia digital. La presidenta de Ripple concluye que el sector debe salir de su cámara de eco actual, enfocándose en la usabilidad real para que, hacia 2027, los bancos en regiones reguladas emitan sus propias stablecoins y formalicen relaciones de custodia duraderas.
