En una iniciativa sin precedentes en Estados Unidos, la Autoridad de Finanzas Empresariales (BFA) de New Hampshire ha anunciado el lanzamiento de un bono municipal de Bitcoin por valor de 100 millones de dólares. Este innovador instrumento permitirá a empresas y organizaciones sin fines de lucro obtener financiación utilizando sus tenencias de Bitcoin como garantía.
El bono requiere una sobrecolateralización del 160% y estipula la liquidación de la posición si el valor del Bitcoin cae por debajo del 130% del valor del bono, garantizando así la seguridad de los prestamistas en todo momento.
Según James Key-Wallace, director ejecutivo de la BFA, los fondos recaudados a través de las tarifas de transacción de este bono se destinarán al Fondo de Desarrollo Económico de Bitcoin. Este fondo tiene como objetivo apoyar la innovación económica y el crecimiento empresarial en New Hampshire, consolidando la posición del estado como líder en finanzas digitales. La gobernadora Kelly Ayotte ha elogiado esta iniciativa, destacándola como una forma inteligente de atraer inversiones sin exponer los fondos estatales ni el dinero de los contribuyentes a riesgos.
Un hito para la adopción de Bitcoin en las finanzas públicas
Este bono municipal de Bitcoin representa un «prueba de concepto» vital para la integración de la blockchain en las finanzas gubernamentales. Comentaristas como David Morrison, analista de mercado de Trade Nation, sugieren que, de tener éxito, este modelo podría legitimar el uso de Bitcoin más allá de su rol especulativo. Asimismo, podría abrir el camino para una adopción más amplia de Bitcoin en los mercados de deuda, incentivando a otros estados a seguir el ejemplo de New Hampshire. La oportunidad de obtener ganancias a partir de la colateralización con Bitcoin podría ser un atractivo significativo.
Por otra parte, la iniciativa llega en un momento de creciente interés por las reservas estratégicas de criptomonedas entre varios estados de EE. UU. Asher Tan, CEO de CoinJar, destaca que este movimiento subraya el potencial de Bitcoin como reserva de valor, inspirando a otras administraciones a explorar enfoques similares. El éxito de New Hampshire podría impulsar la legitimidad del mercado cripto y aumentar la confianza de los inversores, acelerando la adopción masiva a nivel institucional y gubernamental.
Para finalizar, aunque existe el riesgo inherente de una caída drástica en el precio de Bitcoin que obligaría a liquidaciones, la estructura del bono está diseñada para proteger a los tenedores. Esta audaz estrategia posiciona a New Hampshire a la vanguardia de la innovación financiera. Será crucial observar cómo este precedente impacta la percepción y regulación de los activos digitales en el ámbito público durante los próximos meses.
