NVIDIA reportó ingresos récord de $57.0 billion en el tercer trimestre fiscal de 2026, impulsados por la demanda de sus GPUs para centros de datos; al mismo tiempo, Bitcoin experimentó un rebote técnico por encima de $91.000 tras una oleada de liquidaciones. Este doble movimiento conecta la fortaleza comercial de la industria de IA con la volatilidad y la creciente institucionalización del mercado cripto.
NVIDIA alcanzó $57.0 billion en ingresos en Q3 FY2026, un aumento interanual del 62% y un alza secuencial del 22%, con un beneficio neto de $32 billion, según los resultados trimestrales. El segmento de Data Center aportó $51.2 billion y mostró un salto secuencial del 25%, reforzando la posición dominante de la compañía en aceleradores de IA y en su ecosistema de software.
Sin embargo, el crecimiento no fue homogéneo: las ventas en China (incluida Hong Kong) cayeron un 63% hasta $3 billion, atribuible a restricciones de exportación. Esa caída ilustra cómo los frenos regulatorios y las tensiones geopolíticas condicionan la expansión de proveedores de infraestructura de IA, a pesar de una demanda global sostenida.
Resultados de NVIDIA y tensiones geopolíticas
Bitcoin osciló en torno a $91.000 en la segunda mitad de noviembre de 2025, con un rebote tras una ola de liquidaciones que alcanzó aproximadamente $1 billion; no obstante, después volvió a caer por debajo de $90.000, un nivel que no había perdido en siete meses. El retroceso desde el máximo de octubre ($126.000) representó un descenso del 29%, y en el mismo periodo se liquidaron alrededor de $5 billion en mercados cripto en una semana.
Paralelamente, la actividad de las ETFs y los grandes actores institucionales siguió siendo relevante: el iShares Bitcoin Trust (IBIT) de BlackRock alcanzó volúmenes de hasta $4.2 billion en días puntuales, acompañado de episodios de salidas de fondos.
Firmas como MicroStrategy y Metaplanet continuaron comprando en las caídas; Metaplanet posee 6.796 BTC valorados en torno a $707 million con un coste medio cercano a $91.000 por moneda.
La convergencia entre una demanda masiva de hardware para IA y la dinámica de los activos digitales sugiere efectos cruzados: la centralización de capacidad de cómputo facilita despliegues de IA a escala, mientras que la entrada de capital institucional en Bitcoin modifica patrones de liquidez y riesgo. Para usuarios y gestores, implica prestar atención simultánea a la evolución de la demanda de GPUs y a la liquidez en los mercados spot y de derivados.
Los resultados de NVIDIA confirman la resiliencia comercial del sector de IA incluso frente a fricciones geopolíticas, mientras que Bitcoin muestra la coexistencia de volatilidad de corto plazo y acumulación institucional.
