La Office of the Comptroller of the Currency (OCC) otorgó cartas condicionadas de banco fiduciario nacional a Circle, Ripple, Paxos, BitGo y Fidelity Digital Assets, con efecto a partir del 12 de diciembre de 2025, marcando una integración federal de los servicios de activos digitales.
Las cartas se basan en un marco legal que data de la Interpretive Letter 1176 (enero de 2021) y la posterior orientación de la OCC emitida bajo el Comptroller Jonathan Gould (letters 1183, 1186 y 1188), que aclaran que un banco fiduciario nacional puede operar con poderes comparables a los de las compañías fiduciarias estatales. Un banco fiduciario es una institución con carta federal centrada en servicios fiduciarios y de custodia en lugar de la captación tradicional de depósitos. Las nuevas entidades se concentrarán en servicios fiduciarios, de custodia y servicios relacionados y no operarán como bancos minoristas que capten depósitos e inscritos por la FDIC.
Circle tiene la intención de usar su carta de banco fiduciario nacional para centralizar las reservas de USDC dentro del sistema federal y habilitar cuentas de stablecoin supervisadas por el banco y liquidación on-chain para clientes corporativos. El banco fiduciario de Ripple ofrecerá custodia y liquidación reguladas para flujos institucionales asociados con su tecnología de pagos transfronterizos, pero no emitirá su stablecoin RLUSD directamente a través del banco. Paxos, BitGo y Fidelity Digital Assets convertirán las operaciones fiduciarias estatales existentes a la supervisión federal, ganando alcance nacional para plataformas de stablecoins y valores tokenizados.
Charles Cascarilla, CEO de Paxos, dijo que la supervisión «permitirá a los clientes innovar, incubar y hacer crecer negocios de activos digitales de forma segura y sin fricciones dentro de EE. UU.». El Comptroller de la OCC, Jonathan Gould, señaló que «la entrada de nuevos participantes en el sector bancario federal es buena para los consumidores, la industria bancaria y la economía.»
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Cada aprobación es condicional y desencadena una fase previa a la apertura de 18 meses que exige a las empresas recaudar capital, contratar personal especializado, construir infraestructura conforme y aplicar controles internos sólidos y ciberseguridad. El incumplimiento de esos requisitos conducirá a la revocación de la carta; por lo tanto, las empresas enfrentan una fecha límite estricta del 12 de junio de 2027 para satisfacer las condiciones de la OCC.
La revocación obligaría a las compañías a retornar a un mosaico de normas estatales o abandonar las ambiciones federales, dañando la credibilidad de los emisores de stablecoins que dependen de la confianza y la claridad regulatoria.
Las cartas federales probablemente reducirán la complejidad de cumplimiento para las empresas que anteriormente navegaban múltiples regímenes estatales, disminuirán el riesgo de contraparte para contrapartes institucionales y, potencialmente, permitirán el acceso directo a la Federal Reserve para la gestión de reservas: pasos que pueden aumentar la confianza del mercado en los stablecoins regulados y los activos tokenizados.
El movimiento también intensifica la competencia para los bancos tradicionales y suscitó críticas de grupos comerciales preocupados por el arbitraje regulatorio. El CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, criticó la oposición, calificándola como obra de «lobbistas bancarios anti-innovación.»
Las implicaciones para traders y tesorerías incluyen rieles de custodia y liquidación más claros para stablecoins y activos tokenizados, lo que puede reducir el riesgo operativo pero aumentar el escrutinio sobre los controles de custodia y la gestión de liquidez. Para las instituciones que evalúan la integración, las cartas ofrecen una ruta supervisada pero que requiere estar operativamente listas para cumplir con los estándares prudenciales federales.
Las aprobaciones de la OCC marcan un cambio estructural que sitúa a varias empresas cripto líderes dentro del perímetro bancario federal mientras mantiene salvaguardias condicionales estrictas.
